¡Vamos, Europa!

El próximo fin de semana tenemos una cita muy importante con las urnas. A nivel municipal nos jugamos que el separatismo se instale en los consistorios y que se alargue como la historia interminable. Si les dieran las sumas, los socialistas deberán devolver favores a ERC. Las personas que no quieran que la estelada sea la bandera que lidere los ayuntamientos deben votar por Ciudadanos, concentrando el voto en la única formación que destinará sus esfuerzos a garantizar la igualdad, la libertad y la unión. Pero además se votan los representantes europeos. Y solo hay una formación comprometida con la defensa de la libertad, la igualdad, la unión y la modernidad en Europa. Ha llegado la hora de mirar al futuro con un proyecto reformista y renovador. Necesitamos un dique democrático de contención frente a los populistas y nacionalistas que han vivido a costa del dinero de todos, cuestionando la dignidad y la calidad democrática de nuestro país ante la pasividad del PP y del PSOE, que enviaban a Bruselas a quienes molestaban en sus partidos. Europa es el mejor marco para el desarrollo de nuestros derechos y libertades, y el mejor espacio para que España pueda ejercer su soberanía. Allí se articulan las directrices que protegen a los trabajadores y a las empresas para darles seguridad jurídica y competir en el mundo. Debemos ser exigentes. Querer una mejor Europa implica trabajar con consenso y hacer reformas para hacerla avanzar. Debemos hacerla más cercana a los españoles y con un desarrollo eficiente y sostenible. Con un PP sin rumbo y en descomposición, y un PSOE que mantiene las ideas añejas de siempre, es necesario que el partido de centro lidere el cambio para poner a España en el lugar que se merece en Europa. Ciudadanos es la alternativa sólida a los nacionalismos y los populismos que solo quieren debilitar el proyecto europeo. Ciudadanos quiere que los agricultores sigan recibiendo apoyo para sus actividades con eficiencia, que las empresas exporten con más valor añadido y que el sector turístico sea atractivo, sostenible y de calidad. En definitiva, nos merecemos una Europa mejor, con europeístas entusiastas y exigentes que garanticen una alternativa ilusionante, renovadora y reformista. ¡Vamos, Europa!