LIDERAZGO
Emprender es cosa de líderes
Esta semana asistí al mercadillo – escuela de emprendedores, en el que alumnos de primaria y secundaria de 8 a 13 años vendían los productos de las empresas que durante el curso escolar han constituido como práctica para el desarrollo del espíritu emprendedor.
En cada empresa, pude observar a alumnos que elaboraban las manualidades, a los que exponían públicamente sus proyectos, a los que perseguían a los viandantes para vender sus productos, a los que cuidaban del punto de venta, etc.
Curiosamente, sin darse cuenta, estaban trabajando en equipo. Cada uno con sus responsabilidades y de forma natural, ponía en práctica su talento, realizando aquella actividad que se le daba mejor.
Realmente tanto las escuelas como las entidades públicas de promoción del emprendimiento implicadas, tienen claro que la mejor manera de construir emprendedores es fomentándolo desde la niñez.
Proyectos de este tipo son cruciales en el desarrollo de nuestros hijos, pues les ayudan a aprender de manera diferente y práctica, aplicando sus conocimientos en el mundo real.
Como dijo Einstein, la inteligencia es aplicación del conocimiento, si no, es meramente información.
Nuestros hijos necesitan entender para qué sirven muchas de las materias que estudian, para utilizarlas en su día a día, tomar mejores decisiones y pensar por sí mismos. Esta es la mejor manera de desarrollar su talento y su personalidad. Además, sin darse cuenta, desarrollan competencias transversales como el trabajo en equipo, o la creatividad y habilidades como la negociación, la comunicación y la persuasión. Todas ellas muy útiles en cualquier esfera de sus vidas.
Desde Ingenio School, investigamos las competencias de líderes que obtienen resultados. En la actualidad, ya son más de 100 los que han participado en nuestros estudios. Son muchas las competencias que desarrollan a lo largo de sus vidas profesionales, pero tres de ellas son comunes a todos: la orientación a objetivos, la perseverancia y la iniciativa emprendedora.
Así pues, líderes referentes en España y Latinoamérica nos están diciendo que es imprescindible tener una visión clara de nuestro futuro, la fuerza y determinación para alcanzarlo y la iniciativa para atreverse a planteárselo.
Entonces, cuando alguien de nuestro entorno emprende un proyecto o tiene iniciativa para tomar decisiones con cierto riesgo, ¿por qué le cuestionamos? ¿Es por sensatez o por miedo?
Tendemos a subestimar a las personas positivas, con iniciativa o emprendedoras. Pensamos que les resulta fácil tomar decisiones arriesgadas porque no las analizan. Eso no es cierto. Ellos analizan pros y contras y deciden creer en sus ideas y actuar, asumiendo las consecuencias de un posible fracaso, del que se saben capaces de superar.
Esa es la fuerza y determinación que todo líder tiene. Y líderes los hay de muchos tipos, en diferentes ámbitos, no solo en la empresa. Para liderar organizaciones o personas, primero debes liderarte a ti mismo. Y eso es lo que se enseña en algunas escuelas. A emprender, a creer en las posibilidades de las propias ideas y las del grupo para verlas realizadas. Ganando con ello confianza, pilar básico del liderazgo.
Según Bill George, profesor de la Universidad de Harvard, que ha pasado su vida estudiando a más de 1.000 líderes en sus análisis de 3.000 páginas de transcripciones, su equipo se asombró al constatar que no hace falta nacer con las características o rasgos específicos de un líder. El liderazgo emerge de la propia historia de vida.
Así pues, hagamos que las vidas de nuestros hijos contengan los elementos necesarios para que puedan liderarlas ellos mismos.