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La “kristalina” radiografia del FMI

professor de ESADE Business&Law School

La “kristalina” radiografia del FMI

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La Asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) se reunirá la próxima semana en un preocupante contexto de desaceleración económica mundial. Estará la nueva directora gerente, Kristalina Georgieva, que sustituyó a la francesa Christine Lagarde, ahora directora general del Banco Central Europeo. Una europea seguirá liderando el FMI, así como un estadounidense dirige el Banco Mundial (BM). Pero la economista búlgara de 66 años tiene un perfil distinto y atípico, más técnico que político. Es europea pero procede de un país que el FMI clasifica como una economía emergente. Fue profesora del Instituto Karl Marx de Sofía en la Bulgaria comunista antes de ocupar cargos de relevancia en la Comisión Europea y el Banco Mundial. Jugó a su favor ser europea, pero también su reconocida experiencia y conocimiento de los países emergentes con un especial interés y sensibilidad para afrontar los acuciantes problemas de las desigualdades sociales y los cambios climáticos y tecnológicos.

Georgieva conoce bien los entresijos de Bruselas y de Washington, donde ocupó cargos relevantes en la UE y el BM. Ahora se sentará en el FMI, que tiene su sede a 300 metros de la Reserva Federal. EEUU es el principal accionista y dispone estatutariamente de un derecho de veto sobre determinadas decisiones. Su llegada coincide con el 75º aniversario de los Acuerdos de Bretton Woods, firmados el 22 de julio de 1944, que sentaron las bases del nuevo orden económico y financiero impulsado con la creación del Banco Mundial, el FMI y el GATT, unas instituciones multilaterales que favorecieron que el dólar deviniese la moneda de reserva dominante del sistema económico internacional. 75 años después, el dólar y los bonos del Tesoro de EEUU siguen jugando un rol esencial en los mercados de capitales y siendo la piedra angular del sistema financiero. La divisa estadounidense aún pesa el 61,7 de las reservas de los Bancos centrales por encima del euro (20,7%), el yen (5,2%), la libra esterlina (4,43%) y el yuan (1,89%), y EEUU aprovecha el imperialismo financiero del dólar como arma diplomática para presionar a las empresas que comercian en dólares con Irán. Un poder exorbitante del dólar discutido por la UE y China, que pretenden favorecer el uso del euro y del yuan en las transacciones internacionales.

El FMI ha pasado de tener 44 estados miembros en 1944 a 189 en 2019. Hoy afronta nuevos retos: la reemergencia de China como potencia mundial, el impacto de las nuevas tecnologías, los nefastos efectos de las políticas proteccionistas de Trump, la aparición de las cryptomonedas como la Libra proyectada por Facebook, que inquietan a los Bancos centrales, etc. Unos cambios que obligan a una necesaria reforma de la gobernanza de las anquilosadas instituciones de Bretton Woods para lograr integrar el mayor peso del Imperio del Medio, India y otros países emergentes. La participación de EEUU y la UE en el PIB mundial seguirá decreciendo mientras crecerá la de los países emergentes, que sumarán el 63% en 2024. Cabe reconocer a Christine Lagarde el mérito de haber incrementado los derechos de voto de China (6,1%) e India (3,1%) en el seno del FMI, pero siguen poco representativos si se comparan con la UE (29,6%). Además, el yuan entró en 2016 a formar parte de los Derechos Especiales de Giro (DTS) junto al dólar, el euro y la libra esterlina.

Kristalina Giorgieva, en su primer discurso como directora del FMI, pronunciado el 8 octubre, avanzó algunas de las conclusiones del informe del FMI que será publicado el 15 de octubre. Advierte sobre una desaceleración continuada y sincronizada de la economía mundial que ya afecta al 90% de los países. Una situación provocada por unos conflictos comerciales, monetarios y tecnológicos entre EEUU y China que perjudican directa e indirectamente a la economía mundial. El principal detonador es el America First de Donald Trump. Y todo puede empeorar si prosigue una cruzada proteccionista contra China, que también perjudica a Japón, Corea del Sur y Australia. Trump ha anunciado una próxima subida arancelaria contra determinados productos que la UE exporta a EEUU que afectaría especialmente a nuestros productos agroalimentarios. Y sigue allí el fantasma de un Brexit sin acuerdo. La advertencia de Georgieva ha sido “kristalina” e insiste con razón que “hemos de actuar ahora y juntos”, antes que sea tarde.

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