PERSONAS Y ORGANIZACIONES
Carta a García vs Job Description
El escritor americano Elbert Hubbard, famoso por su ensayo Una carta a García, nos explicaba como en plena guerra entre Estados Unidos y España por la independencia de Cuba, el soldado Rowan fue llamado de parte del presidente de los EUA recibiendo el encargo de entregar una carta a García, jefe de los rebeldes. Rowan recogió la carta y, sin hacer ninguna pregunta, atravesó Cuba de costa a costa hasta dar con el destinatario. Desde entonces, Una carta a García encierra un mensaje que sale a escena cada vez que algún empleado, receptor de una instrucción de trabajo, empieza a preguntar y repreguntar tantas cuestiones que en el mejor de los casos puede llevar al jefe al aburrimiento, a la tentación de encargar la tarea a otro, de hacerla él mismo e incluso al arrepentimiento por habérselo encargado a él y no a algún descendiente de Rowan.
En el mundo laboral actual, y más por la complejidad de las “cartas” a entregar que por miedo a la actitud de un empleado que no conozca el mensaje de la citada carta, las empresas cuentan con una Job Description sobre cada trabajo, en la que explican la metodología y responsabilidades que uno debe conocer antes de llevarle un mensaje a un cliente.
El compromiso del soldado Rowan
Hace un par de años, mientras realizaba una entrevista al exdirector general de una de las empresas líderes en el mercado español de alimentación, este me explicó de manera informal pero muy entendedora, cuál era la diferencia entre compromiso e implicación. Me pidió que pensara en un plato de huevos con bacón. A continuación, esperó unos segundos y añadió “En la situación anterior la gallina se implicó y el cerdo se comprometió.” En la carta a García, Rowan demuestra valores como compromiso –más exigible a los empresarios que a los empleados, ya que los primeros pueden dejar hasta la piel, mientras que a los últimos les sería exigible implicación. Y a unos y otros determinación, propia de quién no abandona los objetivos por más difíciles que estos resulten, capacidad para cruzar a pie las líneas “enemigas” y competencia hasta cumplir con la responsabilidad que se les ha confiado, la de entregar el producto a su destinatario o cliente final.
La creatividad. Pilar de la autonomía
La iniciativa y la creatividad son los pilares básicos de una buena autonomía profesional. Las personas creativas son las que aportan soluciones nuevas a los problemas y por lo tanto tienen un alto grado de autonomía. Uno de los primeros científicos que estudió la creatividad y que además estableció un test para medirla fue el psicólogo americano Guilford.
Mara Dierssen, en su libro La Creatividad desde la neurociencia, afirma que cuando comparamos la actividad bioeléctrica de individuos con elevada capacidad creativa, con la de otros de baja, en una misma tarea, los primeros manifiestan una mayor actividad en las áreas temporoparietales derechas.
Quien definió como nadie lo que era para él la creatividad, fue Miguel Ángel: “Esculpir una escultura es quitar al bloque de piedra lo que le sobra.” Eso que era normal para él, para el resto de los mortales es algo tremendamente difícil ya que implica tener en la cabeza el modelo de la figura que se pretendía reproducir.