COLABORACIÓN
La economía mundial en 2020
Analista internacional
2020 comienza con una peligrosa escalada de las tensiones militares entre EE.UU. e Irán. La decisión de Donald Trump de decretar el asesinato del general iraní Qasem Soleimani, acaecido el 3 de enero, puede incendiar aún más la inestable región de Oriente Medio. La economía mundial seguirá dependiendo de la sinuosa evolución de las políticas exterior e interior de EE.UU. El impetuoso Trump proseguirá con su America First, una apuesta proteccionista e unilateralista que favorece una irrupción internacional de China y Rusia que perjudica los intereses de la UE. Todos estaremos pendientes del resultado y los efectos de las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre de 2020.
Trump seguirá bloqueando el funcionamiento de la OMC, la lucha contra el cambio climático, y aprovechándose de la dolarización de la economía mundial y la aplicación extraterritorial de la legislación estadounidense adoptando sanciones económicas contra terceros estados. A Trump le interesa obtener resultados económicos a corto plazo para ganar las próximas elecciones. Y si las encuestas le resultasen adversas, sería capaz de crear más tensiones internacionales. No ha parecido inquietarle el proceso de impeachment, iniciado por la Cámara de Representantes, ya que difícilmente podía ser respaldado por el Senado, con mayoría republicana. Trump esgrime los buenos indicadores de la economía estadounidense, presume de haber logrado un nuevo acuerdo comercial con Canadá y México (NAFTA), más favorable a los intereses de EE.UU., y de firmar, el 15 de enero, un primer acuerdo que podría significar una tregua en la guerra comercial con China. Pekín aumentará las importaciones de productos americanos, una exigencia de un Trump obsesionado con corregir el alto déficit comercial de EEUU con China. Pero los conflictos continuarán, porque la cuestión clave es, y será, la competición con China por el liderazgo tecnológico mundial en el siglo XXI.
China crecerá en torno al 6%, pero las incertidumbres seguirán porque el conflicto comercial con EEUU está lejos de cerrarse. Pekín aprobó un nuevo plan para relanzar la economía reduciendo los aranceles a las importaciones de 859 categorías de productos. Y otro programa de inversiones para mejorar las infraestructuras e impulsar la inversión privada. Pero el país afronta problemas estructurales como el alto endeudamiento de los conglomerados estatales y un envejecimiento de la población: más de una quinta parte de la población supera los 60 años. También India se frenó y crece en torno al 5%, cuando hace solo tres años galopaba con un 9%. Las medidas económicas y fiscales aplicadas por Narendra Modi no han dado los resultados esperados en un país con una alta corrupción y crecientes divisiones sociales. Por ahora el Gobierno indio intenta estimular las inversiones en el sector energético, transportes e infraestructuras sociales.
Algunas economías latinoamericanas, como Brasil, podrían mejorar favorecidas por una tendencia a subir los precios de las materia primas. Por su parte, Argentina deberá renegociar su enorme deuda con sus acreedores internacionales. Pero las perspectivas de crecimiento dependen de que los Gobiernos sepan canalizar las demandas sociales en países como Chile y Colombia. También en Argelia y Líbano. Turquía sigue con un débil crecimiento, una inflación elevada y una divisa inestable. Y el BM alertó sobre la creciente deuda de los países emergentes, que podría desembocar en otra crisis financiera al ser los bancos chinos el origen de las dos terceras partes de los préstamos concedidos, principalmente a las economías africanas. Sudáfrica y Nigeria siguen con una crisis de gobernabilidad que limita su gran potencial de crecimiento.
Según el BM, la zona euro podría crecer un 1% en 2020. La amenaza de una recesión se aleja. Pero los conflictos comerciales internacionales frenan la industria manufacturera, principalmente alemana, muy dependiente de las exportaciones. Todos esperando que Trump mantenga una tregua en sus disputas comerciales con Pekín y Bruselas.
El crecimiento económico se asentará principalmente en la solidez del sector servicios, en la demanda interna y confiando que el Banco Central Europeo continúe ajustando, si es preciso, una política monetaria de tipos de interés de casi cero. Una vez confirmado el Brexit, el Reino Unido salió oficialmente de la UE el 31 de enero, pero habrá que negociar un difícil acuerdo para establecer un nuevo marco de relación entre Bruselas y Londres. La nueva Comisión Europea, liderada por Ursula von der Leyen, priorizará las reformas para alcanzar un nuevo equilibrio, sin el Reino Unido, entre los restantes 27 miembros de la UE. El primer reto será la negociación del presupuesto plurianual para el período 2021-2027.