COLABORACIÓN
El hombre propone y Dios dispone
presidenta pp lleida/regidora de la paeria
Cuarto día de confinamiento y de momento sin síntomas. Seguramente así nos encontramos la mayoría de españoles que no conseguimos descifrar la incógnita de si mañana seré yo una víctima más del Covid-19. Con o sin virus, tenemos una sociedad suficientemente madura que será capaz de resistir una afrenta que recuerda que nada somos y nos deja completamente indefensos ante una pandemia que no entiende de raza, sexo, ideología y condición social.
Calma y responsabilidad son las palabras clave para afrontar el presente y futuro inmediato. No nos queda otra. Y sobre todo confiar en nuestros profesionales de la sanidad, que, con jornadas laborales interminables, son los que están dando el do de pecho en momentos de especial dificultad. Gracias a todos ellos. Hago extensible el agradecimiento a los empleados de los establecimientos de servicios básicos, a los transportistas y empresarios comprometidos, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como aquellos que se dedican a colgar ingeniosas historietas en las redes que ayudan a sobrellevar la situación crítica que sacude nuestro país. También a los voluntarios que, de forma altruista, se han ofrecido para hacer la compra, realizar tareas de apoyo psicológico y pasear a los perros de gente mayor. En este sentido, quiero felicitar al Govern de la Paeria por abrir una serie de canales telemáticos con el objetivo de tejer una red de voluntariado en beneficio de los más vulnerables.
El número de contagios conocidos en las últimas horas no presagia un final inminente de esta crisis sanitaria, lo que supondrá una recesión en la economía productiva y, por ende, una falta de liquidez que puede dejar en la estacada a muchas familias que, al margen de estas circunstancias, ya les cuesta llegar a final de mes.
Crisis sanitaria, crisis económica y crisis social. Ante el coronavirus solo es posible la unidad de acción entre todas las administraciones y comunidades autónomas; así como todas las fuerzas políticas que constituyen el arco parlamentario. No es momento de discutir si la manifestación del 8-M fue una temeridad, si Pablo Iglesias se saltó a la torera la cuarentena o las salidas de tono de algunos irresponsables separatistas. Mejor no pensar si esa concentración multitudinaria la hubiera convocado la derecha o si el vicepresidente se llamara García Egea. Tenemos lo que tenemos y el Partido Popular ya ha tendido la mano al Gobierno para apoyar las decisiones que crea oportunas, siempre y cuando se basen en criterios científicos. Ante la adversidad, cada uno debemos sacar lo mejor de nosotros mismos y, todos a una, derrotar el virus. Así lo han entendido sindicatos y patronal, que por difícil que parezca, han presentado un plan de medidas conjunto al Gobierno, a quien ya han censurado por su lentitud en la toma de decisiones y la falta de claridad de cómo poder acceder a los posibles beneficios económicos y fiscales. En este sentido, el Partido Popular lleva días anunciando un paquete de medidas que ya deberían estar aplicándose porque las consecuencias de la pandemia pueden ser irreversibles. Estaremos muy pendientes de la aplicación del Real Decreto en materia económica que acaba de presentar el Gobierno, y sobre todo si realmente se aplicará a todos los centenares de miles de damnificados.
Se acabaron los mercados semanales, las procesiones de Semana Santa y los eventos deportivos; cuelgan de un hilo la Festa Major, els Moros i Cristians y l’Aplec del Caragol. Calma y responsabilidad, estas son las recetas; porque nos guste más o menos, creyentes o ateos, hoy más que nunca se pone en evidencia aquel dicho que reza “el hombre pone y Dios dispone”.