LIDERATGE
¿Tener más te hace infeliz?
La reflexión detrás de esta pregunta es conocer qué hacemos nosotros mismos para ser felices y hacer felices a los demás.
Para responder debemos iniciar recordando que son años de historia y de vivencias reales que nos demuestran que el dinero no es un fin, sino un medio, y que la relación con él depende de nuestras creencias, valores y hábitos. Pero el equivocado pensamiento de adquirir productos para sentirnos mejor y creer que nos hace felices es lo que ha hecho por años que cientos de personas trabajen sin descanso, sin reales motivaciones y en una labor que no les apasiona, por el contrario, les agobia día a día, sin permitirles avanzar, solo por el hecho de tener unos ingresos que no recompensan sacrificios, esfuerzos y dedicación de una vida laboral sin sentido.
La pregunta correcta es: ¿cómo ser felices? Durante años, se han realizado grandes estudios, y los datos y el análisis de los mismos han dado resultados más concretos y veraces. La Universidad de Harvard inició en 1938 el estudio de 268 personas a quienes realizó seguimiento, entrevistas, exámenes y pruebas durante varias décadas. La investigación realizada por Harvard sugiere que tener una vida larga y feliz no depende del dinero que acumulas, ni del renombre que recibes.
Por otro lado, los seres humanos hemos perdido el valor del tiempo y hemos visto lo limitado e irrecuperable que es. Parece que las actividades de una vida en constante monotonía no permiten que visualicemos la importancia de vivir y, con ello, de entender la importancia de poder respirar, observar, compartir, crear, dar y amar. Hemos permitido que el mundo moderno, con su sensualidad, nos invada de publicidad y productos desarrollados para satisfacer deseos, inspirados en la absurda creencia de formar un estilo de vida bajo los estándares de una sociedad de consumo que solo busca etiquetar a las personas basándose en su apariencia externa y limitarlas a un futuro con un creciente endeudamiento para mantener un estatus que solo evita y destruye la posibilidad de ser felices.
Felicidad es fortalecer el vínculo con los demás.
Adicionalmente, en este mundo moderno donde el tiempo es la constante queja de un día a día lleno de actividades sin terminar, hemos construido una vida trabajando sin descanso para poco a poco lograr metas y cumplir propósitos, generando más ingresos. Sin embargo, en el proceso para conseguirlo, hemos olvidado la importancia de reflexionar, compartir, disfrutar, observar y crear. Reflexionar para conocernos, compartir para lograr vínculos, disfrutar para ser felices, observar para aprender y crear para ser diferentes.
Finalmente, debemos recordar que solo tenemos una vida y que el tiempo se agota, no podemos desperdiciarlo por la creencia equivocada de lograr la felicidad aumentando nuestros ingresos para comprar sin medida, olvidándonos de que la felicidad se construye con base en relaciones y vínculos con aquellos que nos importan y les importamos, los que nos apoyarán o ayudarán en cualquier circunstancia por adversa que sea, los que se alegrarán de nuestros triunfos y éxitos, los que nos animarán cuando caigamos o fracasemos, por los que daríamos lo mejor de nosotros para lograr su felicidad. Pues, como sostuvo uno de los directores de la investigación de Harvard, el Dr. Waldinger, “nuestro estudio ha demostrado que la gente de mayor éxito es aquella que se apoya en las relaciones, tanto con su familia y amigos, como con la comunidad”.