LOS DERECHOS EN EL ESTADO DE ALARMA
Derechos medioambientales postpandemia
La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 no hacía ninguna referencia al medio ambiente. Se reconocían los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, llamados de primera y segunda generación, de acuerdo con los principios de libertad e igualdad.
Actualmente hablamos del derecho humano al medio ambiente como un derecho de tercera generación, identificando la lucha contra el cambio climático con una reversión de situaciones de pobreza, desigualdad y migraciones. A partir de los 70 se empieza a regular el medio ambiente, separándolo por sectores (sol, agua, aire). En los 80 empieza a tratarse la generación de residuos y en los 90 aparece el concepto de globalización y el tema del medio ambiente se convierte en el centro del debate. El artículo 45 de la Constitución reconoce el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado al desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo. A partir de aquí, se desarrollaron las normas que configuran el derecho medioambiental. Antes de la llegada de la pandemia, el cambio climático se había convertido en un debate presente en la sociedad, diferentes movimientos empujaban para hacer cambios y reformas, teníamos instrumentos legales y parecía que alguna cosa se movía en nuestras conciencias. Ha llegado el coronavirus y el confinamiento, a escala mundial, ha supuesto un respiro para el planeta, ha llegado pero el desconfinamiento y se ha producido un retroceso de aquellas mejoras ambientales.
La crisis de la Covid-19 subraya la necesidad urgente de la acción climática. La primera prioridad no puede ser reparar la economía devastada, aplazando las regulaciones medioambientales. El crecimiento económico no puede comportar un aumento de las emisiones, ni la destrucción de la biodiversidad.
Tenemos una situación nueva, que tiene que obligar a nuevas políticas. No es suficiente con el ejercicio de los derechos medioambientales que tenemos. Necesitamos cambios estructurales. Tenemos la oportunidad de construir un nuevo mundo. La sociedad civil se ha movilizado otra vez, poniendo en marcha proyectos como la plataforma Eix Ambiental de Lleida, nacido con la voluntad de impulsar la lucha contra el cambio climático y la pérdida de la diversidad o con la declaración de principios del manifiesto Trabajo: democratizar, desmercantilizar, descontaminar, firmado por Thomas Piketty y otros intelectuales.
La batalla ha empezado su desenlace y se definirá el mundo postpandemia.