LOS DERECHOS EN EL ESTADO DE ALARMA
El abandono y el maltrato de animales no se detienen ante la pandemia
Leía, no hace mucho, algunas estadísticas que publicaban los medios sobre el descenso de la delincuencia durante el estado de alarma. Si bien los delitos contra el patrimonio habían descendido vertiginosamente, no podemos afirmar lo mismo respecto a las infracciones administrativas y los delitos contra los animales. No es que haya aumentado la delincuencia o las infracciones contra ellos durante la pandemia, es que no han descendido.
Como abogada y activista en la Plataforma Animalista de les Terres de Lleida me han llegado numerosos casos durante este estado de alarma, desde ventas ilegales de animales a través de las redes sociales y animales en estado de inanición, hasta las habituales negligencias por parte de actores administrativos quienes deberían cumplir escrupulosamente la ley y en numerosas ocasiones no lo hacen. Los abandonos tampoco han cesado a pesar del confinamiento. La cría descontrolada de animales en las zonas rurales es el germen del abandono. La falta de esterilización de animales domésticos que campan a sus anchas por municipios, fincas y zonas rústicas, también urbanas, es el inicio de todas esas cajas de cachorros que acaban a las puertas de las protectoras, cuando no vendidos o regalados al mejor postor en las redes sociales, sin compromiso de esterilización, sin contrato, sin identificación mediante microchip, todo ello obligatorio, que acaba en el ya famoso abandono del que somos número uno en este país.
A la cantidad de denuncias que recibimos las asociaciones, debemos sumarle que muchas de ellas no las podemos hacer efectivas, ya que algunas de las personas conocedoras no quieren denunciar públicamente, no quieren declarar, ya sea por miedo a represalias o porque simplemente limpian sus consciencias pasándole la pelota a un grupo de voluntarios que desinteresadamente luchan día a día para intentar frenar esta clase de delitos e infracciones. Hay que ser valientes, hay que saber que es tarea de todos denunciar esta clase de infracciones y delitos, pero sobre todo hay que educar, hay que tomar consciencia. Solo así conseguiremos una sociedad mejor, porque no se equivocó Mahatma Gandhi cuando dijo: “La grandeza y el progreso moral de una nación puede medirse por la forma en que trata a sus animales”.