LIDERATGE
El líder afronta las tensiones
Tensión 1: El experto vs. el aprendiz.Tradicionalmente, los líderes construían sus carreras desarrollando una profunda experiencia de algún tipo y demostrando niveles crecientes de competencia a medida que ascendían en la escala corporativa. Las organizaciones asumieron que aportarían una perspicacia superior al desafío en cuestión. En el enfoque emergente, los líderes deben aceptar que sus conocimientos especializados son limitados (en algunos casos obsoletos) y estar abiertos a aprender de los demás. Si esta tensión no se gestiona con prudencia, los líderes corren el riesgo de tomar decisiones erróneas de los empleados y clientes.
Tensión 2: La constante vs. el adaptador. El enfoque tradicional del liderazgo valora la convicción y la consistencia en la toma de decisiones; los buenos líderes se mantienen firmes. Por el contrario, el nuevo enfoque reconoce que, en los entornos que cambian rápidamente, a menudo es necesario invertir o adaptar las decisiones, y que el cambio de rumbo en respuesta a la nueva información es una fortaleza, no una debilidad. Tensión 3: El táctico vs. el visionario. El enfoque tradicional de la dirección exige claridad operacional y planes bien definidos. El enfoque emergente sugiere que los líderes requieren una visión clara de hacia dónde quieren ir, sin que necesariamente necesiten una hoja de ruta concreta para llegar allí. Si esta tensión no se gestiona con prudencia, los líderes corren el riesgo de no proporcionar una “estrella del norte” a los miembros de su equipo. Tensión 4: El cajero contra el oyente. El enfoque tradicional del liderazgo exige que los líderes digan a los demás lo que deben hacer y cómo hacerlo. El enfoque emergente valora el escuchar atentamente a los demás antes de decidir. Si esta tensión no se gestiona con prudencia, los líderes corren el riesgo de perder información importante que reside en los miembros del equipo que les rodea. Tensión 5: El poseedor del poder vs. el que lo comparte. El enfoque tradicional sugiere que los líderes deben liderar desde arriba, tomar decisiones y actuar de forma independiente. Por el contrario, el enfoque emergente valora el empoderamiento de los demás. Si esta tensión no se gestiona con prudencia, los líderes corren el riesgo de alienar y marginar a los talentos prometedores.Tensión 6: El intuicionista contra el analista. El enfoque tradicional sugiere que los líderes construyen un “instinto experto” para tomar decisiones intuitivas. Por el contrario, el enfoque emergente dice que los líderes deben basar sus decisiones en gran medida en datos. Si esta tensión no se maneja con prudencia, los líderes corren el riesgo de tomar decisiones basadas en heurísticas anticuadas y sesgadas. O, por otro lado, se arriesgan a ignorar su brújula interna, que podría proporcionar valiosas percepciones de experiencias pasadas.Tensión 7: El perfeccionista vs. el acelerador. El enfoque tradicional afirma que los líderes deben tomarse el tiempo para entregar un producto perfectamente terminado. El enfoque emergente exige que los líderes reconozcan que hacer algo con rapidez, y fallar rápidamente, es a menudo más importante que hacerlo perfectamente. Si no se gestionan con prudencia, corren el riesgo de retrasar el lanzamiento de iniciativas clave por tener miedo a la imperfección. Por el contrario, presentar iniciativas sin una amplia consideración puede conducir a algunos resultados erróneos.
La próxima semana os contamos qué hacer con ellas y como gestionarlas.