COLABORACIÓN
La cofradía del santo reproche
Portavoz del grupo municipal popular en la Paeria
Nuestra penitencia es tener un gobierno municipal que, en el sótano de su negligente gestión, “construye” cada día una planta más. Nuestro vía crucis tiene parada en la dejadez y la falta de mantenimiento de nuestras calles y caminos de L’Horta.
La siguiente parada la encontramos entre la inseguridad y el incivismo que se expanden por todos los barrios, con especial virulencia en el centro histórico. Esta zona está abandonada desde décadas y con ningún gobierno capaz de ponerse el mono de trabajo para liderar un proyecto transversal y ambicioso: un Barri Antic digno de ser frecuentado y de atracción turística, no decadente e inseguro como sucede en la actualidad.
Tercera parada: las okupaciones de viviendas. La lentitud de los procedimientos judiciales, la desprotección de los propietarios convirtiéndolos en mártires al extremo que el ayuntamiento parece que premia y galardona a los defraudadores con contadores de agua gratuitos.
Parada obligatoria en los impuestos. En los últimos 13 meses, dos subidas. Por cada 100 € que pagamos al ayuntamiento, ahora pagaremos 103 €. Si al menos sirviesen para tener una ciudad limpia y segura... Las personas y sectores más afectados por la crisis del coronavirus son los grandes olvidados y perjudicados. Somos espectadores y, a la vez, testimonios activos de cómo la Paeria nos ningunea con las ridículas migajas ofrecidas. Además, se nos castiga con subidas de impuestos por los que se proclaman los jeques de la Lleida progresista, saludable, conectada.
Sus ocurrencias, nuestra perdición. Cómo han abordado la gestión de los temporeros el pasado verano o proponer que la Plaça Sant Joan acoja el albergue es su manera de promocionar económicamente la marca de Lleida y ayudar a revitalizar el centro histórico o que los comerciantes y hosteleros de la zona acumulen fortuna. El gobierno local se ha convertido en una losa que impide la recuperación económica y social de la ciudad. Han bajado los brazos y su falta de liderazgo, proyecto y sumisión a sus respectivas siglas partidistas nos han abocado al ridículo. Lleida está en las antípodas de ser una ciudad ejemplar y emerge como la ciudad castigada. Si no sumáis, apartaos.
Nos han abandonado como se abandonan unos zapatos viejos. Nos tratan como fantoches que vamos en romería. No os importa el futuro de miles de ilerdenses, su proyecto de vida, ilusiones... De lo contrario, no se entiende cómo nos castigáis, por dos veces en 13 meses, con una nueva subida impositiva que afecta desde el IBI hasta las guarderías municipales. Los socialistas arruinaron Lleida y vosotros la habéis enterrado.
Os digo: hola y adiós. La realidad es que regresáis a la maldición de la política sin alma, derrochando los recursos económicos que les quedan a los ciudadanos fruto de sus ahorros para pagar vuestra factura. Por suerte, no todos somos iguales, tardaremos en olvidaros, pero sospecho que habrá portazo. En Lleida, hay alternativa.