LIDERATGE
Las creencias y el liderazgo del nuevo mundo
Las creencias son ideas, condicionamientos mentales, suposiciones de que un conocimiento determinado es verdadero, son, en definitiva, formas de entender la realidad y lo que nos rodea. Ramsey, de forma metafórica nos propone que una creencia es un mapa grabado en el sistema que nos guía u orienta en el mundo para encontrar la satisfacción de nuestras necesidades. Las creencias pueden provenir de forma externa, es decir explicaciones culturales, sociales, políticas, familiares, organizacionales o del entorno que nos rodea, que llegan a nosotros y las hacemos nuestras, o simplemente nos las creemos. O también pueden formarse internamente, es decir, cuando surgen de los propios pensamientos, experiencias o convicciones, teniéndolas en muchos casos muy arraigadas por llevarlas desde la infancia. Habitualmente, estas quedan grabadas en nuestro subconsciente y, ante una situación similar a la que vivimos en algún otro momento dado, surgen de manera automática sin ponerlas en duda ni cuestionarlas, aceptándolas como una verdad absoluta. Existen muchas autoras, profesionales, foros... en los que se explican distintas creencias que llegan a limitarnos: por ejemplo, la creencia de que no podemos realizar algo porque no somos válidos, de que no podemos alcanzar un objetivo porque no nos lo merecemos, de que es imposible que suceda un hecho determinado porque así lo hemos vivido desde siempre, etc. Y así podríamos definir un sinfín de ejemplos. Ahora, en un abrir y cerrar de ojos, el mundo está viviendo una situación impensable diez meses atrás, que nos permite parar y empezar a cuestionarnos muchas de las creencias referidas al sistema que tenemos creado, a la vida que vivimos y cómo la vivimos, a la manera cómo nos relacionamos con los demás, a cómo lideramos las organizaciones y los equipos que forman parte de ellas, al teletrabajo, a la formación, a nuestros verdaderos potenciales y capacidades... Estamos viviendo un momento privilegiado que nos hará evolucionar y que nos está pidiendo que dejemos caer los velos que nublan nuestra mirada, que pongamos delante nuestras creencias y nos preguntemos si nos sirven o nos paralizan, que dejemos de competir y nos unamos para progresar, que escuchemos nuestro corazón para sentir más confianza en la vida, que amemos y valoremos lo que tenemos y lo que hacemos, que creemos y construyamos desde el amor, la empatía y la serenidad. Mientras estoy escribiendo este último párrafo, lo hago pensando en las organizaciones, y me planteo una serie de cuestiones para compartir contigo, líder: que en las empresas se hable de objetivos, ratios de gestión, economía, dinero, rendimiento, capacidades, trabajo y desarrollo, pero no toque hablar de corazón, amor y Ser, ¿es una realidad o una creencia? ¿Qué sucede si dirijo desde el corazón, si amo a las personas que forman equipo conmigo, si confío en las personas, si abro espacios que permitan crecer personalmente, aunque esto signifique que las personas vuelen de la organización, si dejo fluir la intuición del Ser? No sé si estaréis de acuerdo conmigo con que estamos en un momento en que el mundo se abre a nuevos escenarios. Si es que sí, reflexionemos sobre si queremos ser líderes que permitan esta apertura y faciliten la expansión de esta. No nos quedemos con las creencias que nos han marcado hasta hoy. Ayudemos a construir nuevas realidades, con el corazón abierto y desde el Amor.