Nogay Ndiaye: «Sufro racismo cada día»

Publicó usted una emotiva carta en la que contaba que estudió en el colegio Cervantes y aprendió a los pocos años que ‘caballo’ no era un animal, ‘tener mono’ no era ir al zoo y el grito ‘aigua’ no significaba tener sed sino que viene la Policía.

No viví esa etapa de mi vida de forma traumática, era mi realidad, pero hoy no me gustaría que mis hijas se escolarizaran de esta forma. Es muy injusto criminalizar a los migrantes. Cuando yo era pequeña apenas había negros en el Barri Antic, y sin embargo había mucha más inseguridad. Cuando se localizaba a alguien que no era del barrio se le “daba el palo”.

A mi me dejaron dos veces sin reloj y sin cartera.

¡Te dieron el palo! Eso ahora no ocurre. Por eso es tan injusto criminalizar a los migrantes. Hace 30 años había sobre todo gente de etnia gitana, y también era injusto que se criminalizara a los gitanos. Los ‘palos’ los daban personas concretas por la drogadicción. El problema de algunos barrios de Lleida viene sobre todo de una segregación a la que contribuye, por cierto, la Paeria.

¿Por qué?

Porque en lugar de favorecer el intercambio entre alumnos, profundiza la marginación del Secà, Magraners y la Mariola al crear escuelas-instituto.

¿Sufre usted racismo?

Cada día.

Póngame ejemplos.

Son continuos. Todo el mundo se me dirige en castellano por ser negra. Me preguntan dónde he nacido y se quedan extrañados cuando les digo que en el Arnau. Pese a ser profesora de secundaria, en las inmobiliarias no me enseñan pisos si no les enseño la nómina...

Pau Juvillà dice que no existe el efecto Illa. Existe el efecto Nogay.

¡Jajaja! No lo sé. En todo caso noto que la gente reacciona muy bien conmigo porque me conocen por mi lucha social durante muchos años. ¡Nosotros no tenemos que salir corriendo de los actos como les pasa a los de Vox!

El PDeCAt parece obsesionado con la CUP.

¡Sí! Hemos hecho un comunicado negando que lo hayamos contratado para que nos hagan campaña. ¡Jajaja!