BOIG PER TU
Un fracaso previsible
The Dancer, el último got talent de La 1 está pasando poco menos que desapercibido. No nos extraña en absoluto.
Tiene un interés cero y por eso su audiencia es mínima en las noches de los lunes. O sea, que acabará la temporada (si es que la acaba en prime time) y al baúl del olvido.
De got talents andan sobradas las parrillas televisivas, especialmente las de Mediaset y Atresmedia, que son las que cortan el bacalao. Así que montar un programa en busca del mejor bailarín/bailarina de este país resulta una pérdida de tiempo pese a los esfuerzos de la pareja presentadora (Ion Aramendi y Sandra Cervera) y del abnegado jurado (Miguel Ángel Muñoz, Lola Índigo y Rafa Méndez).
Los concursos de baile (salvo esporádicas apariciones en programas en busca de talento en cualquier sector) son una fórmula agotada desde aquel famoso, durante un tiempo, Mira quién baila o el más nostrat Bojos pel ball, que presentaba en TV3 nuestra admirada Mari Pau Huguet. Las posturitas de buen rollo, porque encima no existen los malos, obligan a coger el mando y cambiar de canal.