Somos una colonia

La semana pasada celebramos un pleno del estado de la ciudad en el que pudimos evaluar la gestión general del tripartito en la Paeria. Además de subirnos todos los impuestos cada año, además de tener la ciudad sucia, peores servicios y enfrentar a todos los vecinos (por la justificación de okupaciones, la discriminación por barrios, la imposición de albergues y símbolos... Escojan ustedes el tema que más rabia les dé), expusimos otro hecho preocupante: la falta de ideas de gobierno nos ha convertido en una colonia de Barcelona. Tanto en lo estratégico como en lo discursivo.

Fijémonos por un momento en todas las ideas y proyectos de este tripartito: no es que sean rimbombantes y sin mucho sentido (que también). El problema es que conceptos como “Lleida valenta”, “Lleida conectada”, “Lleida saludable”, etc. suenan demasiado parecidos a metrópolis inteligente, metrópolis resiliente, metrópolis próspera..., que casualmente son ejes del plan Barcelona Mañana. Compromiso 2030.

Nombre también sospechosamente parecido al título de la conferencia del alcalde de la semana pasada para hablar de sus planes de futuro para Lleida. Lo que no es parecido, sino calcado, es la propuesta de reglamento del Consell de Ciutat, que literalmente está copiado del de Barcelona. 

Casualidades o no, lo cierto es que estos parecidos me preocupan. Trasladar las mismas ideas de Barcelona a Lleida denota tres errores de fondo en este tripartito: el primero es que no parecen ser conscientes de la realidad de nuestra ciudad. Lleida no es Barcelona. Ni por tamaño, ni por economía, ni por área metropolitana, ni por patrimonio. A ellos no se les caen las murallas. Bromas aparte, si no partimos de la misma realidad, no podemos hacer el mismo enfoque que ellos. Del mismo modo en que la tienda de arreglos del barrio no puede tener el mismo plan de empresa que Zara. Porque no le sirve de nada, por muy inspirador que sea. Igualmente, si no partimos de la misma realidad, no tenemos los mismos problemas. Nuestra problemática de vivienda es distinta.

Nuestros problemas de barrios son distintos. Y los de limpieza. Y los de creación de empleo y empresas. Todos nuestros problemas son distintos. Y si la realidad y los problemas son distintos, las soluciones para nuestro municipio también deben ser distintas. Pero así funciona nuestro tripartito: copia a Barcelona, no solo en el discurso, sino también en los planes y en las ideas. Nos han convertido en una colonia en lo ideológico y lo estratégico. De ahí que, con estos tres partidos en el gobierno, Lleida no tenga más futuro que como comparsa. Y es algo a lo que yo me niego. Me niego a que nuestros jóvenes tengan que buscar su puesto de trabajo en otra ciudad.

Me niego a que nuestra política deba estar supeditada a lo que manda la ciudad condal. ¿Por qué hay tanta prisa a hacer el albergue de temporeros si no es porque la Generalitat ya ha comprometido 4 millones de euros? ¿Nos han escuchado antes? Me niego a conformarnos con las migajas en infraestructuras esenciales como los trenes de alta velocidad, los planes de barrios, los fondos Next Generation, la universidad o el parque científico y tecnológico. Me niego a que seamos el conejillo de indias de Barcelona, para ver si nos cierran perimetralmente o privatizan el Arnau de Vilanova.

Pero para eso hay que dejar de ser esa colonia que parece que estamos siendo. Hay alternativa, y la hemos mostrado en nuestra tarea de oposición. En los 97 días que duró el estado de alarma, nuestro grupo presentó más de 100 propuestas y acciones. Desde que ha finalizado, hace aproximadamente un año, hemos presentado cerca de 200 más. Basadas en los problemas de Lleida, pero buscando la solución aquí, en Barcelona, Binéfar, Bruselas o donde haga falta. Sin dependencias ni apriorismos. Lleida tiene que encontrar su futuro por sí misma en colaboración con su entorno. Sin ser colonia de nadie.