Ingresos extraordinarios, gastos extraordinarios

Que un ayuntamiento tenga gastos extraordinarios, sobrevenidos por múltiples circunstancias, es algo que entra dentro de lo habitual. No lo es tanto el que reciba ingresos extraordinarios y menos aún que sean de una cuantía respetable.

Eso es lo que nos ha sucedido este verano en la Paeria. Nos han entrado unos muy bienvenidos 873.000 euros, que previamente ya habíamos pagado de forma inadecuada, o sea que no es ningún regalo, no se vayan a pensar. Se trata de los pagos por vertidos que se habían hecho por partida doble a la Confederación Hidrográfica del Ebro y a la Agencia Catalana del Agua. Y como nos los habían cobrado de forma indebida, el ACA ha devuelto el importe de tres años, estos 873.000 euros que, evidentemente, caen como agua de mayo.

De gastos extraordinarios hay muchos. Como los derivados de la pandemia, por ejemplo. O el de las piscinas de Gardeny. Según el tripartito del gobierno, la falta de mantenimiento y los actos de vandalismo han provocado una situación en la cual para poder poner en marcha estas piscinas se necesitaría una inversión de unos 100.000 euros. Y como según el mismo tripartito, no hay ni un céntimo, los vecinos de la Mariola se quedan este verano sin piscinas.

¿Y qué pasa con los ingresos extraordinarios? Pues que se destinan a gastos ordinarios. Tal cual.

Y no será que Ciudadanos no haya reclamado que se destine parte de ese dinero a reparar las instalaciones de Gardeny. En el último pleno, sin ir más lejos. Pero ni caso, claro.

Así que los vecinos de la Mariola deberán buscar otros modos de refrescarse que no sea dándose un chapuzón si no quieren irse a otros barrios donde las piscinas sí están abiertas. Alguna in extremis, como en el caso de las piscinas de Magraners, que hay que recordar que la primera intención del tripartito era mantenerlas cerradas..

Pero que no se preocupen. Una vez más, el tripartito ofrece una solución estupenda para aquellos que no pueden permitirse irse a la playa o no pueden desplazar a los niños a otros barrios.

El ayuntamiento ha facilitado la lista de “refugios climáticos” para que los vecinos se protejan del sofocante calor. Por supuesto suman los centros cívicos y los museos, que cuentan con aire acondicionado y que son opciones ideales para pasar todo un día o las mañanas y las tardes. Pero los más importantes, y sin coste para el usuario, son las zonas verdes, que tal y como dice el tripartito en su canal de propaganda, “frente a las olas de calor, presentan condiciones de sombra y ventilación que mejoran el microclima.” Acabáramos.

Así que ya saben, vecinos de la Mariola y del resto de barrios de la ciudad, si no pueden soportar esta ola de calor, la recomendación de nuestro ayuntamiento es que se vayan a un parque y se sienten bajo la sombra de un árbol. Lo que se ha hecho toda la vida, vaya, pero sin ponerle adjetivos pomposos y rimbombantes en la neolengua municipal. En nada les dirán también que lleven elementos de enfriado ecológico de agua realizados en materiales sostenibles y de proximidad, altamente reciclables y portátiles, con el fin de mantener una correcta hidratación.

O sea, un botijo. Todo con tal de no destinar una parte de los ingresos extraordinarios a los gastos extraordinarios..