Eduquemos a los jóvenes en economía personal

La necesidad de administrar las finanzas personales no es solo para aquellos que han tomado malas decisiones durante su vida, las cuales han causado problemas económicos o crisis que no permiten ver una salida a una situación extrema. Una realidad que no visualizamos es que los que más necesitan educación financiera son los jóvenes, aquellos que hasta ahora van a iniciar su vida laboral y que sin esta información son los más vulnerables a cometer los mismos errores.

La educación financiera debería ser uno de los temas a estudiar en el colegio o en la universidad y no como una área de especialización sino cómo una asignatura básica, porque sin tener presente qué estudiarás o cuál será tu preferencia para realizar tus estudios universitarios o técnicos, aprender a administrar el dinero será una constante en nuestras vidas y este conocimiento marcará la diferencia entre una profesión exitosa y gratificante o simplemente quedarás enredado en el conformismo de un trabajo sin visión en el que solo recibirás una paga para cumplir tus obligaciones dejando de lado todos esos sueños y metas que en algún momento de nuestras vidas pensamos pero que no permitimos realizarlas porque la mayoría de ellas implicaría un costo económico que posiblemente desestabilice la economía personal. . Esta reflexión nos lleva a pensar que al final terminamos viviendo una vida sin sentido, en un círculo sin fin de simplemente “vivir para trabajar”, cuando la verdadera razón debiera ser “trabajar para vivir”, lo que nos invita a realizar un alto en el camino sin importar la situación actual o la edad y realizar una retrospección para analizar cuál es mi economía actual y visualizar cuál quiero que sea a futuro, porque este lo construyes ahora, y si empiezas con pequeñas acciones, constancia y determinación, podrás alcanzar todo lo que te propongas. Mi invitación es a que no esperes a mañana, deja de soñar que las cosas llegan a la puerta de tu casa o caen del cielo; el futuro depende única y exclusivamente de cada uno de nosotros, es una tarea que no se delega ni se transfiere.. Nuestros jóvenes son los que a futuro manejarán y dirigirán grandes empresas, proyectos o emprendimientos, por lo que es una responsabilidad de todos que inicien sus vidas con una perspectiva real de las implicaciones y consecuencias de una mala administración del dinero. Recordemos que cada uno de nosotros tiene una pequeña empresa que debe administrar, porque al final todo se limita a los mismos conceptos ingresos, gastos y utilidad. Así como los grandes emporios económicos tienen áreas de especialidad en controlar estos tres puntos, nosotros individualmente debemos hacer lo mismo, ya que contar con los conocimientos mínimos y básicos nos permitirá tener la tranquilidad financiera para una vejez con calidad de vida sostenible.

No podemos olvidar que la juventud nos otorga la salud y vitalidad para realizar tantas cosas como deseamos, pero al pasar los años ya no se tendrá la misma energía. Finalmente me remito a las palabras de Benjamín Franklin, científico, político e inventor estadounidense “Mientras puedas, ahorra para la vejez y la necesidad, porque el sol de la mañana no dura todo el día. Quien compra lo superfluo no tardará en verse obligado a vender lo necesario.

Si sabes gastar menos de lo que ganas, has encontrado la piedra filosofal. Un saco vacío se mantiene muy difícilmente en pie.”. Recuerda: reinventa tus finanzas.