OBITUARIO
Jaume Aldabó: una gran pérdida, un gran legado
CUALQUIER MUERTE
de un
ser amado es dolorosa y si está rodeada de unas circunstancias personales y familiares como las de nuestro querido Jaume es, si cabe, todavía más difícil de aceptar.
Estos últimos días, “no hay palabras” ha sido una constante entre los que tuvimos el privilegio de tenerlo cerca y precisamente, por el gran significado que hay detrás de estas palabras en el caso de Jaume, considero más necesario que nunca encontrar estas “palabras” para compartir lo que había detrás de esta gran persona. Un reconocimiento y agradecimiento al gran legado que nos ha dejado, no solo humanamente a los que tuvimos la suerte de tenerlo cerca, sino también a la sociedad y a la ciudad de Lleida.
Si personalmente su generosidad, lealtad y altruismo lo convirtieron en alguien tan querido, que estos mismos rasgos estuvieran presentes (y mucho) en su faceta profesional hicieron que se ganara el respeto, credibilidad y confianza de instituciones, empresas y trabajadores, como pocos consiguen hacerlo... Solo los grandes.
Todos sabemos que, en el mundo empresarial, hay muchas maneras de crecer y que la más fácil es priorizando la cuenta de resultados ante los valores y beneficios que van más allá de los económicos, y Jaume demostraba y recordaba constantemente la importancia de estos valores.
Él apostaba por las personas y es que en la empresa son muchas las piezas que hacen posible que un engranaje funcione, pero un funcionamiento excepcional solo se consigue cuando alguien le pone alma y hace que las piezas vayan a una, implicadas y sintiéndose acompañadas en el día a día... Y esta alma para Farré Consulting era Jaume Aldabó.
Él conseguía sacar lo mejor de cada uno, aportaba lo necesario para conseguir los objetivos y casi siempre atribuía el éxito a los demás. ¿El motivo? Él no necesitaba reconocimiento... Su motivación era ayudar, aportar, construir, mejorar..
A pesar
de no haber dejado nunca de ser un profundo enamorado de las Terres de Ponent, desde su incorporación en Farré Consulting fue una pieza clave de la expansión de la empresa, primero en el ámbito nacional y posteriormente en el internacional, dedicando los últimos años de su vida a crear y consolidar Farré Consulting Panamà, en el que desarrolló grandes proyectos, siempre con su extraordinaria huella humana y profesional.
Mirando atrás,
realmente Jaume ha sido un visionario y eso, junto con sus valores y forma de trabajar, ha supuesto para las ciudades donde él ha participado desarrollando proyectos urbanísticos, importantes mejoras tanto para sus habitantes como para la ordenación de la ciudad.
El abogado
urbanista Simeó Miquel destacaba recientemente la relevancia de todo lo que Jaume aportó en materia de urbanismo a Lleida y eso fue, una vez más, gracias a su pasión, profesionalidad y altruismo (en este caso en beneficio de la ciudad y sus habitantes), cuando participaba en el desarrollo de proyectos urbanísticos que muchas veces no ofrecían resultados a corto plazo, pero que eran necesarios para hacer las cosas bien en términos de crecimiento, sostenibilidad y calidad de vida.
Esta ha
sido quizás una de las aportaciones de Jaume menos visibles, pero, a la vez, una de las que más impacto han tenido y tendrán en la ciudad de Lleida y en el día a día de muchos de nosotros: los que disfrutáis de Ciutat Jardí con sus zonas ajardinadas, los que disfrutaréis de los nuevos grandes parques y zonas verdes como las de Copa d’Or, Pardinyes o Balàfia... Todos vosotros, recordad cuando lo hagáis que una buena parte es gracias a Jaume Aldabó, este altruista que pasó horas y horas haciendo ciudad.
Así pues, si bien su pérdida deja un gran vacío, también es cierto que además de todo lo que nos ha dado la gran persona que nunca olvidaremos, Jaume se marcha dejando también un gran legado tanto a Lleida como a sus habitantes.
Ha sido
un privilegio y un honor hacer este camino personal y profesional contigo, Jaume. Siempre te recordaremos y agradeceremos todo lo que nos has dado.