Necesidad de liderazgo en abogacía

Los abogados nos caracterizamos por ser grandes conocedores de muchos y especializados campos legales, sin embargo, en ocasiones nos sentimos saturados con tanta información que no nos queda tiempo para reflexionar si estamos especializándonos y encaminándonos en lo que alguna vez dimensionamos como el ideal para nuestra formación y si estamos dejando una huella para nuestras futuras generaciones. El tiempo avanza cada vez más rápido, y las necesidades de los seres humanos han evolucionado. Es por ello que nuestra profesión juega un papel relevante en la sociedad, pero, ¿cómo dar ese valor agregado y liderar ese cambio, buscando un mejor bienestar personal y al mismo tiempo para nuestra sociedad?

Con el fin de buscar una respuesta empecé a indagar al respecto, y es allí donde comprendí que el éxito de un abogado ya no depende únicamente de sus conocimientos y las técnicas legales que practica, sino también de la habilidad y capacidad estratégica que lo lleve a tener un equilibrio entre la vida personal y la profesional, pero ¿cómo lograrlo? 

Primero organizo mi casa: No podemos proyectar positivismo, confianza, liderazgo si mi yo interior no está bien. Las emociones hacen parte importante de nuestra vida, sentirnos alegres nos llena de positivismo, pero ¿qué pasa si estamos tristes y no sabemos cómo manejar ese sentimiento? De la misma forma puede pasar con los pensamientos, por eso es importante aprender a manejar todos estos cambios que hacen parte de nuestra vida.

Evaluo mis expectativas: Es importante detenernos un minuto y revisar si realmente estamos alcanzando los proyectos que nos trazamos y con los cuales buscamos alcanzar una vida feliz; estar satisfecho con la profesión que elegimos, la familia que formamos, el trabajo que tenemos, las personas de las que nos rodeamos.

Defino mis prioridades: Es necesario separar la familia y el trabajo y esto no significa que las parejas no puedan realizar emprendimientos juntos, pero si se debe tener claro que las horas destinadas para trabajar se deben mantener para ese fin. He tenido casos en que dedicaron toda su vida y esfuerzo a prepararse académicamente y/o a crecer laboralmente, que olvidaron disfrutar y compartir con alguien más y cuando se dieron cuentan estaban solos o solas; o se dedicaron solo a su hogar, su familia y olvidaron sus aspiraciones personales.

Aprender a escuchar: Qué difícil es cumplir con este enunciado. Considero que es una de las mayores características que debemos tener los seres humanos. Sin embargo, si queremos, podemos ser líderes capaces que marcar la diferencia, de entender las necesidades del otro para poder transformar sus problemas en soluciones no solo en el ambiente laboral, sino también en el personal.

Generar credibilidad: Es difícil generar credibilidad a nuestro grupo de trabajo y a nuestros clientes si lo que expresamos no es realmente lo que proyectamos, la mayor fuente de inspiración para las personas que nos rodean son nuestros propios actos.

Prepararnos: Para prepararnos para los retos que nos pone la vida ya no solo debemos estudiar nuestro campo profesional, debemos trascender e ir más allá, aceptar que necesitamos también del acompañamiento de otros campos distintos al nuestro que, aunque no están directamente relacionadas con nuestra carrera, nos aportan información y herramientas valiosas.

Si estamos motivados y con una visión clara de lo que queremos, lograremos ser más asertivos en las decisiones que tomemos, trascendiendo de un buen abogado a un extraordinario líder.