CRÍTICADEMUSICA
Ciertamente ambivalente...
¿O es que mucha gente que no sea del ámbito estricto de la clásica o la antigua se dedica hoy en día a hacer polifonías vocales imposibles en idiomas variados, rescatando músicas de tiempos inmemoriales junto a otras de factura más reciente –Safo de Lesbos, Hildegarda de Bringen, cantos afganos, tonadas sefardíes o mediterráneas y hasta alguna canción de Björk, etcétera–, todo ello apoyándose en la música electrónica y protagonizando una puesta en escena tan elegante como enigmática? Pues todo eso son obras memorables, como los EP Ora pro nobis o Intercede pro nobis y su reciente primer álbum, Fiat Lux; es decir máxima expresividad con ingredientes mínimos, que pudimos disfrutar en plenitud. Vamos, una verdadera gozada.. Sin solución de continuidad, cambiamos de espacio y nos enfrentamos al –cómo os lo diría– muy especial planteamiento musical del leridano Dofí Malalt (Quim Gomà), quien, guitarra en ristre, nos obsequió unos minutos de su tan peculiar estilo interpretativo.
Al final, aparecieron Clara Viñals y Xavi León, cuyo apoyo instrumental rítmico lustró un poco más la actuación. No sé qué más decir, la verdad.. Tengo que trabajarme un poco más a este tipo porque no acabo de descubrir del todo su arte, que seguro que lo tiene.
Veremos...