COLABORACIÓN
Esto es lo que hay
En el pleno del ayuntamiento de Lleida del pasado 25 de marzo, los colectivos Cantaires de Ponent, ANC, Consell Local per la República, Dones Lleida y CDR introdujeron una moción con el pomposo título “El ejercicio de la política y las declaraciones públicas en relación a Cataluña y su modelo lingüístico”. Les voy a ahorrar la introducción y exposición de motivos y se lo sintetizaré. Los políticos somos unos demagogos, sectarios, corruptos, incompetentes, mentirosos, amenazadores, calumniadores e insultones.¿Todos los políticos? No, claro que no.
Solo los que estamos en el lado del constitucionalismo; el resto, santos varones y hembras.Y los acuerdos de la moción eran cinco. Dos de poesía acerca de lo que se espera del comportamiento de un político, el de trámite de traslado de la moción si se aprueba, y los dos que realmente les importaban: declarar a Pablo Casado persona non grata por el ayuntamiento de Lleida en el municipio, y por supuesto la defensa a ultranza del modelo de inmersión lingüística.Resultado de la votación: moción aprobada gracias al voto favorable de ERC, Junts, Comú y por supuesto la abstención del PSC.Tal y como se fueron sucediendo las intervenciones, más patente me iba quedando la alegoría de los tres años de mandato separatista en el ayuntamiento y, por ende, de la extrapolación a la política catalana.Por un lado, un gobierno en minoría, necesitado de pactos, en el cual lo único que une a sus integrantes es el separatismo y la hispanofobia. Por el otro, el imprescindible apoyo de los de Comú-Podemos, siempre dispuestos a abrazar la causa identitaria y a abandonar la lucha de clases.
Y como no, la tibia y calculada ambigüedad de un PSC que dice formar parte de lo constitucional pero que jamás se manifiesta en contra de lo identitario sino todo lo contrario. Y los del constitucionalismo, pocos y avenidos regulín, ya saben.La cuestión es que la moción salió hacia adelante y ya tenemos otro éxito de las entidades separatistas, a las que se les consiente todo, y otro bochorno para un ayuntamiento que desde 2019 solamente trabaja para el sector separatista de los vecinos de Lleida.Y no quiero acabar sin hacer mención a un informe de los servicios jurídicos del ayuntamiento que avalaba que la moción fuera votada íntegramente y que a mí –oh, casualidad– me llegó justo tras debatir esta moción en el pleno, ya que no se me había enviado con el resto de la documentación.Y por cierto, me gustaría hacer un llamamiento a las entidades que sí trabajan por la defensa del estado de derecho, la constitución, el bilingüismo y la convivencia para que aprovechen la oportunidad que tienen en los ayuntamientos para presentar mociones y hacer que todo el mundo se retrate. Una lástima, puesto que en otros foros sí están plantando cara y muchas veces a un coste personal altísimo.Les invito a que lo hagan en el ayuntamiento de Lleida.
Contacten conmigo y les explico cómo hacerlo. Porque necesitamos movilizarnos todos y estar en todos los frentes, o nos esperan muchos años de separatismo gobernando en las instituciones, y no duden que volveremos a vivir los nefastos años de máxima intensidad del procés.