COLABORACIÓN
Lleida no es una ciudad segura (datos en mano)
El equipo de gobierno de ERC y JuntsxLleida, con el sr. alcalde Miquel Pueyo a la cabeza, afirma rotundamente que la inseguridad en nuestra ciudad no ha aumentado, y que son solamente percepciones que no se ajustan a la realidad. De hecho, en una entrevista radiofónica en mayo, y a raíz de las noticias de los incidentes producidos durante esos días, que iban desde un atraco a una sucursal bancaria hasta al robo y destrozo de más de una veintena de vehículos, pasando por diversas peleas callejeras, el sr.
Pueyo decía tajantemente en los micrófonos: “¡Niego la mayor! Lleida no es una ciudad insegura, y no lo es más hoy porque se haya producido una concentración azarosa de hechos que reprobamos.” Sin embargo, los datos nos dan una realidad muy distinta a la de la placidez que nos quiere vender el bipartito. Acaban de publicarse los datos que facilita el Ministerio del Interior mediante el Balance de Criminalidad. Son datos que se aportan por la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Policía, los Mossos d’Esquadra y las Policías Locales.
Nada subjetivos, muy esclarecedores.Durante este primer trimestre de 2022, la criminalidad en Lleida ha subido un 15,28 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior. Si nos comparamos con otras ciudades en infracciones penales por cada mil habitantes, Lleida queda prácticamente a la par que Sevilla, algo por debajo de Madrid y muy por encima de Zaragoza. Barcelona, claro, se lleva la palma.
Los robos con violencia e intimidación han aumentado un 111,11 por ciento, mientras que en el conjunto de España lo han hecho un 35,3 por ciento. ¿Los hurtos? De enero a marzo han superado el 48,5 por ciento con respecto a todo el año 2021. Se han denunciado 5 agresiones sexuales con penetración, la mayor cifra en los 5 últimos años.
Y la verdadera prueba es hacer serie estadística de los últimos años. Así, podemos observar que el peor año en infracciones penales registradas fue 2015, con 2.300, y de ahí se disminuyó hasta alcanzar el pico más bajo en 2017 con 2.031. Y en tres meses de 2022 hemos llegado a las 2.429.
Solo en tres meses. Y estamos hablando de infracciones penales registradas, porque no podemos tener datos de aquellas que no se denuncian por parte de las víctimas debido a diversas circunstancias. Así que no hablamos de sensaciones, ni de percepciones, ni estamos intentando crear un clima antigobierno municipal.
Esto son hechos. Datos probados. Crímenes, no una concentración azarosa de hechos reprobables.
Crímenes con víctimas, con daños, con perjudicados… y algunos crímenes especialmente horribles que no pueden ser ignorados.Mirar hacia otro lado o minimizar lo que sucede es una opción irresponsable por parte del equipo de gobierno. Un equipo de gobierno desbordado por su propia incapacidad de hacer frente a estas terribles estadísticas y aportar soluciones. Otra Lleida es posible, pero solo si al frente del ayuntamiento deja de estar un equipo débil.
Podemos lograrlo en 2023, si ustedes, vecinos de Lleida, así lo quieren.