COLABORACIÓN
Más cuentas y menos cuentos
Caos en Lleida. La izquierda ilerdense se apropia de la ciudad. La concejalía de la no movilidad nos regala múltiples obras en rambla d’Aragó, Prat de la Riba y calle Girona, sin consensuar ni consultar a vecinos y comerciantes afectados.
La nula previsión lleva al caos. Simultáneamente, al gobierno municipal le sobran las cigüeñas de los silos de Pardinyes. A los que pretendían salvaguardar el medio ambiente y gritaban “sostenibilidad” y políticas pro-animalistas se les van a venir abajo los silos y con los silos toda su credibilidad ideológica.
Seguimos para premio, toda la izquierda ilerdense unida (ERC, PSC y Comunes) decide, por tercer año consecutivo, subirnos el precio del agua y del alcantarillado. Atrás han quedado sus proyectos de municipalización o los tweets del alcalde del año 2016, cuando afirmaba que subir el precio del agua en Lleida era más propio de un negocio que de una necesidad.Mientras tanto, suben, de nuevo, las tarifas de los parkings subterráneos de la ciudad. Llama la atención, especialmente, el del Hospital Universitario Arnau de Vilanova.
Recordarán que, en nuestro programa del año 2019, proponíamos un espacio gratuito para aparcar para usuarios y trabajadores del hospital. Es un derecho que nos hemos ganado los ciudadanos. Por entonces, algunos se reían de la propuesta.
Cuando la Covid-19, volvimos a plantearla y ya no se reían tanto. Y, ahora, seguro que hasta nos copian la idea. Si en cuatro meses el PP de Lleida somos gobierno, esta propuesta será una realidad, mi compromiso.Pero tenemos más, los de la izquierda ilerdense bien unida para asfixiarnos económicamente pactan también los presupuestos, pero se olvidan de pactar mecanismos legales para no facilitar el empadronamiento de los okupas, reforzar la seguridad o mejorar los barrios.
También se olvidan de mejorar la iluminación de nuestras calles, defender la neutralidad institucional o la limpieza de zonas verdes o de la vía pública. También se olvidan de que muchos defendemos un modelo descentralizado de servicios sociales, decimos no al albergue de Pardinyes y decimos no a las Josefines en Templers-Escorxador. El PP Lleida propone un plan para recuperar el Centro Histórico, la Mariola y mejorar los barrios, pero, de todo esto, en los presupuestos pactados por la izquierda ruinosa, encontrarán nada.Ojo con los brazos ejecutores en Lleida, de Pedro Sánchez y Pere Aragonès, PSC y ERC, respectivamente, porque las copias pueden salir peor que la versión original.
Solo afirmo que curar los males de Lleida con más recetas de izquierdas es tanto como arruinar todavía más a los barrios y a sus vecinos. Después de 45 años de gobiernos fatigados es evidente que no progresamos, más bien involucionamos. Y recuerden, pactan chapuzas.
Por eso hago un llamamiento a unir el voto en torno al proyecto de la #Lleidaimplicada en las próximas municipales. Si en Andalucía acabaron con el socialismo encorsetado, también podemos en Lleida.La seguridad no puede seguir un día más en manos de los partidos de izquierdas en Lleida. No son creíbles.
Su tibieza y nefasta gestión conducen nuestra seguridad y libertad al abismo. Queremos más controles, más agentes, más coordinación policial, más reconocimiento al principio democrático, a la autoridad y menos ayudas municipales a los reincidentes. ¿Creen que esto lo hará la izquierda?Por último, me dirijo a los vecinos de los barrios de Bordeta, Cappont y Magraners, preocupados por lo del vial que pretende unir estos barrios con el centro de la ciudad.
El grupo municipal popular a la Paeria decimos sí al vial, pero decimos sí, también, al principio de legalidad. Y siempre respetaremos los informes de los funcionarios nacionales habilitados, que, aunque con informes preceptivos no vinculantes, cumpliremos con lo que nos recomienden nos guste o no. Así son las reglas de juego, cumplir la ley para generar confianza, certeza y seny.
Por tanto, sí al vial, pero también sí a cumplir las recomendaciones legales de los funcionarios. Por cierto, quienes defienden tanto el vial podrían haberlo incorporado en el pacto de presupuestos o en el pacto de la subida del agua, ¿no creen? Más cuentas y menos cuentos.