Cuotas de género. Solución o trampantojo
Portavoz de CS Paeria de Lleida y Diputada Provincial
Las cuotas de género son una medida que ha sido impulsada por la Unión Europea en los últimos años para promover la igualdad de género en diversos ámbitos, incluyendo el mundo empresarial. De esta medida se está hablando en estos días en nuestro país porque se ha presentado por el gobierno de Sánchez como una ley propia cuando, en realidad, de lo que se trata es de dar cumplimiento a una directiva europea obligatoria sobre la paridad en la empresa privada. La cuota de género se basa en la idea que, en muchos casos, las mujeres enfrentan barreras y discriminación que les impiden acceder a ciertos puestos de liderazgo y decisiones en las empresas, a pesar de tener la misma capacidad y formación que los hombres. La aplicación de cuotas de género en el mundo empresarial se ha llevado a cabo en diferentes países europeos, con resultados también diferentes. En algunos casos, la implementación de cuotas ha llevado a un aumento en la presencia de mujeres en puestos de liderazgo y en órganos de decisión empresariales, mientras que en otros casos ha generado resistencia y críticas por parte de algunos sectores empresariales. En cualquier caso, es importante tener en cuenta que la aplicación de cuotas de género en el mundo empresarial no debe ser vista como una solución única o definitiva para promover la igualdad de género. No podemos quedarnos en el trampantojo, hay que abordar otras barreras y desigualdades que afectan a las mujeres en el ámbito empresarial y laboral. Barreras y desafíos específicos, como el acceso a financiación, la conciliación de la vida laboral y personal o la falta de redes de contactos empresariales. En este sentido, es importante promover políticas públicas que fomenten la igualdad de oportunidades para las mujeres en ámbitos como la formación o el acceso a programas de financiación específicos. Por ello, la aplicación de las cuotas de género no debe ser una solución única y definitiva, sino una herramienta más dentro del conjunto de políticas y medidas para promover la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. El valor del esfuerzo y la innovación son fundamentales para cualquier puesto de responsabilidad, en el ámbito empresarial, en el político o en cualquier otro ámbito y, sinceramente, flaco favor se nos hace a las mujeres si desde el feminismo populista más radical se nos pretende tutelar, instrumentalizar o beneficiar por el simple hecho de ser mujeres, prescindiendo del esfuerzo, del mérito o la capacidad. La igualdad de derechos y oportunidades es consustancial a los Derechos Humanos y las mujeres no somos víctimas, somos libres para desarrollarnos personal o profesionalmente como decidamos.