OBITUARIO
En la muerte de Josep Piqué
Me gustaría no caer en los consabidos tópicos que se dicen cuando alguien nos deja y concita toda clase de elogios sobre su persona así como amistades y afectos exagerados. En este caso, cuando las capacidades profesionales, políticas y personales de Josep Piqué son de sobras conocidas por todo el mundo, no puedo presumir de su amistad. Pero aunque no le conocía lo suficiente, cuando coincidieron nuestras trayectorias políticas pude apreciar sus grandes cualidades.
Por eso, mis opiniones y juicios cobran el valor de la objetividad. Josep Piqué ha sido una persona brillante, con gran capacidad dialéctica, una inteligencia nada común y un gran sentido pragmático. Su talento ha dejado huella por donde ha pasado, en todos los ámbitos de la vida a los que ha dedicado su actividad generosa, fecunda y vital.
Por eso precisamente, lo que quiero destacar es que una persona de tanta valía haya entregado una gran parte de su vida a defender los principios en los que creía en un territorio no exento de dificultades.En estos tristes momentos quiero expresar mi especial recuerdo y reconocimiento a quien puso valores y principios por encima de intereses personales. Y a pesar de nuestras diferencias políticas que llevaron a distanciarnos, quiero recordar lo que es más importante, lo que de verdad nos unía. Nuestro profundo amor por Cataluña y España.