Rector Jaume Porta, in memoriam

Jaume Porta ha sido nuestro primer rector y un excelente mandatario de nuestra universidad. Lo digo yo, que competí con él en unas elecciones que afortunadamente me ganó, pues con el paso del tiempo he entendido que estaba más preparado que yo para serlo. Como es lógico cuando se gobierna una entidad tan compleja, ni acertó en todo, ni gustó a todos ni pudo hacer todo lo que deseaba. A mi criterio, creo que veces le faltaba algo de diplomacia.

Pero nos demostró que una universidad pequeña como la nuestra debía ser ambiciosa para ser creíble, estar al servicio de la ciencia y ser útil a la sociedad ilerdense. Estábamos renaciendo y había que demostrar que valía la pena el nuevo alumbramiento de la Universitat de Lleida varios siglos después. Y Jaume Porta supo demostrarlo y dar el tono vital, académico e institucional que se necesitaba.Al poco tiempo de tener el honor de ser nombrado rector de nuestra universidad, invité al rector Porta a comer. Quería ante todo hacerle la deferencia de reconocerle su gran obra universitaria y también que me diera consejos.

Fueron varios los que me dio. Pero recuerdo especialmente dos que pienso que formaban parte de su ideario y de su personalidad a la hora de gestionar en la Academia y de estar en el mundo. El primero, que no me quejara por no tener dinero, sino que primero tuviera buenos proyectos y luego seguro que al final podrían financiarse (en eso era más optimista que yo). Y el segundo, que no confundiera el necesario diálogo y el pacto correspondiente con la ausencia de ideas transformadoras para nuestra universidad.

El consenso es un medio y no un fin, me dijo. Con el paso del tiempo entendí mejor sus dos reflexiones. Y con el paso del tiempo también agradecí en grado sumo tanto su impecable papel institucional mientras ejercí el encargo de rector como que aceptara dirigir nuestra Fundación Universitaria a la que supo dar aires nuevos.El rector Jaume Porta fue, ante todo, un apasionado amante de la universidad en general y de la nuestra en particular. La ciencia edafológica, la docencia y la gestión fueron su vida, y en todas esas facetas supo dedicarse con pasión y tener un éxito reconocido.

Ahora que nos ha dejado, creo que debemos decir con agradecimiento que siempre estará en la historia de nuestra universidad porque fue de los primeros que nos marcó un camino por el que transitar. Lo que somos no solo se lo debemos a él, pero en un lugar muy destacado se lo debemos a su enorme capacidad de trabajo y dedicación. Durante cuarenta años ha sido parte esencial de nuestro paisanaje universitario. A partir de ahora ya es parte indeleble de nuestra historia.

Por todo, muchas gracias, rector Jaume Porta y Casanellas.