Generación Z: los jefes de cristal

La llegada de la generación Z al ámbito laboral ha traído consigo una serie de características únicas que ha desafiado las normas tradicionales de liderazgo. Estos jóvenes, nacidos entre mediados de la década de 1990 y mediados de la década de 2010, han sido etiquetados como “jefes de cristal” debido a su enfoque diferente hacia el trabajo y la autoridad. La generación Z es la primera nativa digital. Estos jóvenes nacidos a mediados de los 90 son más pragmáticos, flexibles, autosuficientes y mucho más diversos que los millennials. Nadie puede negar su diversidad: aproximadamente el 20% de estos jóvenes es de origen extranjero y tampoco tienen valentía para hacer valer sus exigencias, sin embargo, las empresas desconfían de su poca tolerancia a la crítica o al error y también de vivir inmersos en la sociedad de internet. Están demasiado preocupados por las opiniones y criterios de terceras personas, ya sean físicas o virtuales. Pese a todo, la facilidad tecnológica y una visión del mundo más práctica, ética y orientada a las personas son muy bien recibidas en las empresas. También su espíritu colaborador les convierte en un buen relevo generacional, aunque algunos reclutadores se quejan de que los Z necesitan un feedback continuo y de su impaciencia. No aceptan el fracaso, por eso prefieren cambiar de empleo antes que reconocer y aprender de sus errores.Demandan proyectos y objetivos que les permitan aprender y crecer profesionalmente y no renuncian a la flexibilidad ni a su tiempo libre, y tampoco quieren trabajos para toda la vida.Sorprende que más de la mitad de los alumnos que prepara oposiciones pertenezca a la generación Z. ¿Hacia dónde van estos jóvenes? Los líderes de la generación Z valoran la autenticidad y la transparencia. Esperan que sus jefes sean genuinos y estén dispuestos a mostrar vulnerabilidad, lo que puede ser un desafío para aquellos acostumbrados a mantener una fachada profesional. Otro sería la tecnología y desconexión digital. La dependencia de la tecnología puede dificultar la comunicación cara a cara y afectar la dinámica tradicional de equipo. Los líderes deben encontrar un equilibrio entre utilizar la tecnología de manera efectiva y fomentar las relaciones interpersonales. Los Z tienden a buscar oportunidades de crecimiento rápido y desarrollo profesional. Los líderes deben ser creativos al ofrecer desafíos significativos y oportunidades de aprendizaje continuo. En cuanto a las oportunidades para los líderes de la generación Z, serían una mentalidad emprendedora desde temprana edad. Los líderes pueden capitalizar esto fomentando la innovación y el espíritu empresarial dentro de sus equipos. La generación Z también valora la diversidad y la inclusión. Los líderes pueden aprovechar esta perspectiva para crear equipos diversos y fomentar un ambiente donde todas las voces sean escuchadas y respetadas y, finalmente, la habilidad para adaptarse al cambio: La flexibilidad y la habilidad para adaptarse son rasgos distintivos de la generación Z. Los líderes pueden utilizar esta característica para abrazar el cambio en el mundo empresarial y explorar nuevas oportunidades de manera ágil.