Hay que poner orden
Cap de l’oposició a la Paeria
Por mucho que haya quien pretenda esconder la realidad, la realidad siempre aflora. Por mucho que haya quien pretenda aplazar los debates, los debates hay que afrontarlos. Por mucho que haya quien pretenda amedrentarnos con el fin de no molestar, no lo conseguirán.En Lleida, el autoproclamado progresismo de izquierdas, socialista o nacionalista, en mi opinión, solo ha llevado que decadencia, ruina, malestar, inseguridad y decepción. Además, señalan al díscolo cuando opinamos distinto de lo que les conviene o cuando nos apartamos de lo que definen políticamente correcto. Parece que para opinar hay que pedir permiso al stablishment. Eso sí, siempre juegan a ganar la partida avasallando al disidente. Por ejemplo, el propio partido del gobierno municipal se atreve a escribir una carta criticando mis propuestas y a difundir su dogma en mis propias redes sociales para ridiculizarme. A esto se dedica el gobierno municipal, a inspeccionarme en vez de ¿A gestionar?, ¿viven más pendientes de nuestras propuestas, que de la suyas propias?, ¿su talante consiste en atacarme, más que a defender y explicar su proyecto?, ¿de qué tienen miedo?, ¿motivo? Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar. Se les acaba el cuento y lo sabemos. Como más nos critican, más nos apoyáis los vecinos anónimos en la calle.Mi adversario político no son los socialistas, ni siquiera la izquierda ilerdense. Lleváis décadas, por no de decir que toda una vida, gobernando la ciudad y mirad cómo la estáis dejando. Pasead un domingo por la calle Mayor y reflexionad. Vuestras propuestas, en Lleida, están agonizando y están más que amortizadas. Lo sabe todo el mundo. Por muchos planos que dibujéis, por muchos árboles que plantéis, por muchos carriles bicis que construyáis y por muchas zonas azules y de bajas emisiones que nos impongáis, ya no da más de sí. Ya no podéis exprimir más a los leridanos. Los vecinos no están para debates ideológicos de izquierdas o derechas, sino que los vecinos piden auxilio, exigen soluciones y propuestas de orden. ¡Hay que poner orden en Lleida!Los ilerdenses no me votáis para ser muleta del stablishment local o sumiso a las políticas continuistas para que sigan viviendo bien los de siempre en perjuicio del resto. Me votáis para alzar la voz, a mi estilo propio, para defenderos del incivismo, la inseguridad, la decadencia y el descontrol que se ha apoderado de nuestras calles y barrios. Los que siempre nos gobiernan no se atreven a coger el timón como es debido, pero os aseguro que a mí no me temblará el pulso para garantizar la seguridad ciudadana.Resultamos el segundo proyecto municipalista más votado porque muchos lo vieron, otros lo ven y aunque algunos lo piensan no se atreven a manifestarlo, pero acabaran por votarnos, porque aunque ideológicamente no sean afines su voto a nuestro proyecto, se ha convertido en una cuestión de extrema necesidad para recuperar Lleida.¿Mi opinión vale más que la de otra persona? La respuesta es no. ¿Pero la de otra persona vale más que la mía? Tampoco. Libertad de expresión siempre, con respeto a los demás y a la dignidad de las personas. Pero no utilicemos la libertad de expresión como límite para opinar y afrontar con sensatez y “seny” la realidad del día a día. Lleida no es de extremos ni queremos convivir con los extremos, pero necesitamos gestores valientes que defendamos lo nuestro.Dije, digo y diré que pongo los intereses de Lleida por encima de los ideológicos y los partidistas. Es mi manera de ser y servir a Lleida y a nuestros vecinos. De ahí que digo siempre lo que pienso. Así, con nuestra campaña: “Firma por tu barrio. Firma para poner fin a la degradación de nuestros barrios”, demostramos que solo nos importa tu seguridad, tu libertad, tus derechos. Hemos recogido más de 1.200 firmas en tan solo 25 días y seguiremos recogiendo muchas más gracias a la marea vecinal que nos arropa.Podrá opinarse que gustamos más o menos, pero piso calle y trabajamos al servicio de la ciudadanía los 365 días del año, las 24 horas. Con proyecto e identidad propia. Y sin complejos manifiesto que lo verdaderamente importante es mantener la seguridad y el orden en nuestras calles, limitar las ayudas municipales a los delincuentes e incívicos reincidentes, sea quien sea, exigir defender y adaptarse a nuestras costumbres y tradiciones por partes de quienes vienen a vivir a nuestra ciudad. Y a todos los que abusan y hacen un uso perverso del sistema, insisto, sea quien sea, hay que dar una respuesta firme y contundente. Esta es la Lleida Implicada que defiendo.