Hoy, como siempre, el diario no hablaba de ti
abogado, doctor en derecho, profesor asociado d. penal udl
Tienen el honor de ser portada noticias de lo penal que antaño se conformarían con tener un espacio en la hoja de Tribunales. Y es que nos desayunamos, día tras día, con marejada política en lo criminal. La penúltima, se refiere a la intromisión, ilegítima, de un Fiscal jefe en el noticiario nacional, por una supuesta filtración de una información que no debiera ser pública (parece que se trata de una posible conformidad de un investigado, compañero de una lideresa política, y por delitos contra la Hacienda Pública) dando pábulo a una de las partes políticas opuestas, que puede llegar a afectar a la “jefa de gabinete” del ex jefe del gabinete del Presidente del Gobierno, actual Ministro, ahí es nada. Si no fuera todo tan ruin, subrayaría la necesidad de aclarar los motivos de por qué algunos investigados acuerdan. Del motivo real de esas conformidades. Debate que dejaré para otras tribunas, no sea que demos lustre a la actual. Decía, no obstante, que el noticiario de lo penal también se hacía eco de que un empresario investigado de no sé cuántos delitos (digo bien, investigado que no condenado) en su declaración voluntaria en sede judicial, y haciendo uso de su derecho de defensa, radiaba al Juez instructor una serie de acontecimientos cercanos a la corrupción. De responsabilidades propias y ajenas. Empero, lo noticiable debería ser que alguien estuviera privado de libertad sin que medie sentencia condenatoria que así lo determine, y siempre después de la celebración de un juicio público, sometido a los principios de oralidad, inmediación y contradicción. Digo eso por, al menos, dos motivos: el primero porque en el ámbito de lo penal, lo público es el juicio y no lo que suceda en la fase de instrucción y, lo segundo, porque el derecho a defenderse le permite decir lo que a su derecho convenga y sin que ello pueda hacerse servir por parte de unos políticos que se llaman perjudicados en su honor (presentan demanda) por lo dicho en esa sede, mientras se encargan de mancillar, también, el honor del susodicho comparándolo con un fulano que se dice hizo lo propio en otra bandada política y comparando su discurso (secreto, debería ser así) con el de unos agentes de inteligencia de un conocido cómic de espías made in Spain. ¿Quién vulnera el derecho de quién? Puestas así las cosas, y ante tal despropósito, acabo mi desayuno leyendo que una aspirante a suceder al Sr. Marchena propone reforzar la apariencia de imparcialidad de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, cuando sería más adecuado referir que se quiere cumplir con la imparcialidad para después acudir a concretar que se entiende por apariencia ¿no creen? Lo dicho, portadas que nos despistan, mientras se devalúa el derecho de defensa, el real, minimizándolo con abuso de medidas cautelares y de otras medidas de investigación invasivas de derechos fundamentales, con sinergias inquisitivas de otros tiempos. Noticias que me llevan a tararear una canción que refleja la desconexión entre los sucesos referidos y las experiencias personales, y es que hoy, como siempre, el diario no hablaba de ti.