Retrato de un líder: determinación y perseverancia

El liderazgo no es una cuestión de jerarquía, una cuestión de quién es el jefe y quién el empleado; el liderazgo es una cuestión, sobre todo, de actitud, de quién guía y se compromete en alma y cuerpo con la actividad desempeñada por todo el equipo y toda la organización.Para saber cómo liderar mejor, lo primero que se tiene que entender es el concepto de ser y actuar como un líder. No se debe confundir esta palabra con la de jefe. La misión de un líder es quien logra que los demás también lleguen a ser líderes, que se adquieran o superen y excedan las mismas competencias que las que tiene el líder y que le han permitido llegar hasta donde está.Cuando intentamos describir la esencia de un líder en la sociedad actual, tenemos infinidad de maneras de hacerlo. Algunas orientadas a sus características, en otras ocasiones intentamos describir sus competencias. En muchas ocasiones, solemos acordar y concluir que la atracción que ejercen los líderes sobre los demás, su carisma, la energía que les rodea, su poder de comunicación y convicción, su visión del futuro les diferencia de los demás.No resulta fácil definir lo que constituye a un líder influyente, más allá de cierta capacidad de acción y la visión para conducir a sus seguidores hacia un destino considerado mejor.Desde mi punto de vista, considero que las dos competencias por excelencia para retratar a los grandes líderes son la determinación y la perseverancia.A través de la perseverancia muchas personas logran el éxito de lo que parecía destinado a ser un fracaso seguro. El interés ardiente, la práctica enfocada y la perseverancia son pilares para la sólida base de piedra del éxito.El liderazgo perseverante se traduce en resistir, sobre todo, la tentación de abandonar cuando la situación se pone fea o cuando la presión aumenta. Resistir supone cultivar la propia fortaleza para vencer la adversidad.La mayor fuerza de la naturaleza, la de voluntad, es la que marca la diferencia entre los que se conforman con soñar y los que se atreven a hacer realidad sus sueños.Si hablamos de la competencia de la determinación, para la mayoría hay una excusa, para los elegidos hacia el triunfo, sólo hay una tozuda determinación. La determinación es un tema fundamental en el liderazgo, ya que implica la capacidad de un líder para lograr objetivos y alcanzar metas a pesar de los obstáculos y desafíos que se presenten.Dicha determinación implica mantener la motivación y la energía necesarias para lograr los objetivos, aprender de los errores y utilizarlos para mejorar y finalmente requiere mantener la confianza en sí mismo y en los demás.En definitiva, liderar es iniciar, resistir y perseverar, con una actitud integra, auténtica, genuina y honesta, con todos sus colaboradores, dejando una huella imborrable en sus carreras y, más importante, un legado en sus vidas.