Peculiar Operación Triunfo

La Pixar nos tiene malcriados y por muy esforzadas que sean otras producciones de animación, algunas incluso admirables, siempre existe un merecido plus en los creadores de Ratatouille –una debilidad personal–, y esa tasa de exigencia provoca que en ocasiones los árboles no nos dejen ver el bosque. Esto sucede con ¡Canta!, película que cumple con su propósito de entretener al personal sin ir más allá, sin vocación de producir magia en cada plano, con un guión que avanza sin curvas pero jugando bien su baza más importante, que no es otra que el muestrario de animales humanizados aspirantes a cantantes, amén de otros integrados en la función para dar la nota, eso sí, discordante, como la anciana secretaria de Buster Moon, el koala propietario del teatro con problemas que promocionará un concurso de voces o una ayudante tuerta que tiene gran predisposición a pifiarla. Cada uno de los postulantes ofrece su singular estilo, como el joven gorila con fina voz a la sombra de un padre maleante con voluntad de redención; la cerdita ama de casa con decenas de cochinillos, pero dispuesta a brillar; el ratón saxofonista y crooner tan talentoso como cínico; la erizo cañera, o la tímida elefante que le echa valor. Un error en la dotación del premio pondrá a funcionar esta Operación Triunfo cargada de desaguisados y, a su vez, una buena selección de canciones de grandes figuras de la música como Los Beatles, Leonard Cohen, Frank Sinatra o David Bowie, por solo citar unos pocos. Garth Jennings satisface en lo básico, no profundiza más allá de lo que propone, hay gags y pinceladas básicas sobre sus antropomorfos personajes y a cantar, que de eso va la película.