CRÍTICADECINE
El método del gángster
Al actor Ben Affleck le tira el ponerse detrás de la cámara y no lo hace nada mal si tenemos en cuenta títulos como Argo, The Town, o la incursión al cine negro de Adiós, pequeña, adiós, adaptando una novela del bostoniano Dennis Lehane, uno de los escritores con más garantías a la hora de llevar su obra a la pantalla, basta recordar películas como Mystic River de Clint Eastwood o Shutter Island de Martin Scorsese. Con Vivir de noche, Affleck vuelve a servirse de otra historia negra de Lehane para trazar el recorrido existencial de un insignificante malhechor, hijo de policía, que entrando al servicio de un clan mafioso irá formando parte de la élite del crimen. Venganza, mentiras, romances, drama y violencia promueven esta película de impecable factura, tanto en un Boston perfectamente ambientado en tiempos de la Ley Seca, como en una Florida con aire cubano. Affleck desarrolla una trama cargada de diálogos en todas direcciones y dirige un brillante reparto con veteranos de la talla de Brendan Gleeson o Chris Cooper, que sin duda aportan nivel a una película que guarda todos los clichés del cine negro clásico, con mujer fatal, capo irlandés enfrentado al italiano, fiel lugarteniente compañero de viaje y momentos enérgicos propios de vivir en la cruz de la moneda, donde el alcohol, el sexo y el asesinato eran una constante. Y es que estamos hablando de una trama muy definida donde quizás falla el Ben Affleck actor, hierático repitiendo la gélida presencia de El contable y sin carisma del tipo duro fuera de la ley, pero con todo, esta es una muy correcta muestra de un género capital, nada fácil, y con extraordinarios e incontestables referentes.