Retrato de familia

Entrar en las interioridades de otras familias tiene como referencia, en el campo del documental, los firmados por Jaime Chávarri con El desencanto de 1976, y Después de tantos años, la continuación realizada en 1994 por Ricardo Franco sobre la familia del poeta falangista Leopoldo Panero, la historia de su esposa y sus tres hijos, cargada de decadencia y reproches, de derrumbe emocional como herencia. En un giro de 180 grados, llegó Paco León y nos presentó a Carmina, su madre, una mujer todo chispa: arrolladora, divertida, gamberra, rebelde y entrañable que se ganó el afecto del público. Ahora es Gustavo Salmerón quien nos muestra la suya, otro ser sensacional con una filosofía tan particular, tan ocurrente, que se come la pantalla en cada frase, en cada cosa que dice y hace.

Durante más de una década, Gustavo ha ido grabando a Julita, una mujer que quiso y logró hacer realidad el sueño de tener muchos hijos -seis para más señas-, un mono, que se lo vendieron como el simio más educado y resultó ser un cabrón de cuidado, y un castillo que compraron cuando se hicieron ricos, y que la crisis obligo a desalojar. Salmerón consigue que lo dramático se convierta en una comedia que bien pudo haber escrito Azcona para Berlanga. Que los recuerdos sean sinceros y emotivos y que el caos familiar campe a sus anchas por obra y gracia de una señora que convierte el esperpento en arte que, entre la búsqueda de la vértebra perdida de la abuela, sus surrealistas últimos deseos, sus conversaciones con el fiel marido sordo y sus desayunos calmos, consigue mantener unida una familia singular y vital, siempre a la sombra de un ser que es todo y más.

MUCHOS HIJOS, UN MONO Y UN CASTILLO Direcció: Gustavo Salmerón. Cine: Screenbox Funatic. ★★★★✩