CRÍTICADECINE
Extraños en un tren
El realizador catalán bien afianzado en Hollywood Jaume Collet-Serra conoce el oficio y se mueve en el cine de acción a las mil maravillas. Imprime nervio a sus películas, utiliza con precisión todos los elementos técnicos y visuales para impresionar a un espectador que se entrega a sus enérgicas historias, que funcionan in crescendo dentro de un argumento que poco importa que sea verosímil, pues se presta a tornarse complejo conforme avanza el lío en el que siempre se sumerge el protagonista, que en Collet-Serra siempre es ese rudo irlandés con cara de buena persona de nombre Liam Neeson, toda una garantía desde la primera colaboración conjunta, y ya van cuatro. En El pasajero, como mandan los cánones, todo se inicia con esa paz familiar tan americana, con un ciudadano medio vendedor de seguros, que siempre repite itinerario en tren, conociendo a los pasajeros habituales, saludando y esperando verlos de nuevo en el trayecto de regreso al hogar. Hasta ahí todo rutinario, pero sabemos que a no tardar demasiado, un detalle, un encuentro, una rareza que sale de la normalidad, hará que todo se revolucione, que ese hombre ejemplar, saque a relucir su justificada brutalidad, su desesperación a contrarreloj en el interior de ese tren convertido en pesadilla. Y para añadir más ración de pegada, añadir que el personaje perteneció durante años al cuerpo de policía. El pasajero mueve una intrincada trama planeada con asesina minuciosidad para desbordarse en una violencia encerrada entre vagones y no ceja en su empeño de ser espectacular regalando hostias a todo el pasaje. Y eso que pretende, que no es otra cosa que entretener, lo logra. Vaya si lo logra.
EL PASAJERO Direcció: Jaume Collet-Serra. Intèrprets: Liam Neeson, Patrick Wilson, Vera Farmiga. ★★★✩✩