El peso de la ley

Volver al mundo de las leyes, del Derecho, de tantos abogados dispersos que ha dado el cine, morales y amorales, listos y necios, familiares y despiadados, todos dentro de una espiral que en cada caso abría un dilema ético y social. De bufete con sólidas firmas o de francotiradores que van por libre frente a la jurisprudencia de los tribunales. Ese camino ha tomado el realizador Dan Gilroy tras haber debutado dando bofetadas de realidad a la morbosidad y al envilecimiento de los medios de comunicación frente a la desgracia ajena con Nightcrawler. Roman J. Israel, Esq refleja la saturación del sistema penal de Los Ángeles a través de los ojos de un idealista anclado en los 70, cuyo lenguaje queda obsoleto ante la velocidad con la que se mueven los nuevos letrados y sus métodos y procedimientos. Desgarbado y estrafalario, este hombre íntegro, pozo de sabiduría del Derecho, es un ratón escondido durante décadas en un rincón de un despacho aportando información a su socio, la cara oficial, un maestro que, a su muerte, deja a Roman J. Israel frente al mundo, a relacionarse pese a su carácter de hombre encerrado en sí mismo, a mostrar su testarudez, su obstinación y su integridad a quien le da un nuevo empleo, un tipo listo y práctico, dejando clara una indefensión, un cruce de cables en un ser al que se le abren fisuras emocionales sobre la justicia. La trama envuelve a este personaje, pero es este quien la levanta, un Denzel Washington con capacidad de metamorfosearse y desarrollar una interpretación a la altura de muy pocos, algo que no hace si no que reafirmar la talla de este actor, rico en matices y muy capaz de comerse la cámara con tan solo mirarla.

ROMAN J. ISRAEL, ESQ Dirección: Dan Gilroy. Intérpretes: Denzel Washington, Colin Farrell, Carmen Ejogo. Cine: JCA Alpicat. ★★★☆☆