CRÍTICADECINE
Las vueltas de la vida
Cines: Screenbox Funatic y JCA Alpicat.
País: Argentina. 2018.
Director: Juan Vera.
Intérpretes: Ricardo Darín, Mercedes Morán, Claudia Fontán, Andrea Pietra, Luis Rubio.
Sorprende también que el hilo argumental, que desde fuera tiene visos de cursi manifiesto amoroso, de manida historia de pareja en la cual aquel dicho de que todo cambie para que todo siga igual –con permiso de Lampedusa– tiene aquí una muy válida carta de presentación, se convierta en una magnífica demostración actoral en la que Darín se encuentra cómodo, convincente, con todas sus armas manejadas en su preciso tiempo emocional, espléndido en las relaciones de pareja, amigos o de encaje en las nuevas situaciones que van surgiendo en ese nuevo camino que no es más que un avance hacia atrás; así como de Mercedes Morán, sólida partenaire que se desenvuelve a las mil maravillas y que se agradece enormemente. Cuando una pareja lleva 25 años de matrimonio, cuando el hijo se va a estudiar fuera y queda eso que se denomina el fenómeno del nido vacío, cuando la seguridad y la comodidad económica es más que estable, y cuando a pesar de llevarse bien, de quererse, de compenetrarse, sale a la luz que a pesar de todo eso, no están ya enamorados, que ven el futuro como una repetición del presente, pues queda la separación amistosa. A partir de ahí, cada uno emprende su vida de forma individual, y asistimos a sus nuevas aventuras amorosas, unas más estables que otras, unas más cómicas y desventuradas que otras –la de Darín con su cita a ciegas en la barra de un bar es para enmarcar–, y la relación con las amistades los implica en líos y rupturas, y ambos maduran a base de ese lenguaje cargado de sabiduría sentimental, acabando por componer una película agradable, con sus trampas que te atrapan por el lado más tierno para salir del cine con sonrisa cómplice, con gesto más amable, y eso nos vale porque en verdad no es poco.