CRÍTICADECINE
Dos en la carretera
Cines: JCA Alpicat, Urgellenc (Tàrrega).
País: EEUU. 2018.
Director: Peter Farrelly.
Intérpretes: Viggo Mortensen, Mahershala Ali, Iqbal Theba, Linda Cardellini.
Duración: 130 minutos.
Con tantos ejemplos, trazar una película enmarcada en la década de los años 60 del siglo pasado en un largo viaje en automóvil a través del profundo Sur, con un afroamericano y un italoamericano en su interior, donde la confrontación, la humillación y la violencia están servidas, puede resultar algo ya muy reconocible por todos, y donde el drama puede llegar a ser asfixiante, demasiado doloroso y cruel.
Pero no. Green Book, aunque evidentemente recorre territorios racistas, de desigualdad, de situaciones arbitrarias, abusivas y del todo improcedentes debido a unas leyes manifiestamente reprochables, va más allá. Utiliza ese espacio hostil para centrarse en las figuras de sus dos personajes centrales. Por un lado, un músico negro, un genio ante las teclas de un piano, culto, refinado, de modales impolutos y de una elegancia nítida que, sin embargo, carga dentro de sí la duda latente de no saber a qué mundo pertenece realmente, ya que su status lo aleja de su maltratada raza, pero su color de piel también lo aísla del resto.
Y por otro, un conductor contratado salido del corazón del Bronx, un superviviente de las calles, un hombre con familia de raíz italiana, tosco, rudo, duro de pelar, de modales inexistentes y limitada educación. Así son Don Shirley y Toni Lip, seres antagónicos en casi todo, y con un vínculo afectivo que, sin embargo, se irá forjando a cada milla recorrida, en cada situación tensa con el entorno, en la reeducación del bronco acompañante y en el sentido de la vida que este también regala a un hombre vacío anímicamente.
Mahershala Ali está sencillamente magistral. Todo en él es sensibilidad y humanidad, y en cuanto a Viggo Mortensen, se te acaban todos los adjetivos para definirlo. Es un actor enorme con la capacidad de creértelo desde la primera escena. Ambos están en estado de gracia, y verlos dentro de esta historia de amistad y afectos compartidos es un verdadero regalo que de ninguna manera, créanme, pueden rechazar.