CRÍTICADECINE
El genio atormentado
‘VAN GOGH, A LAS...’
Nueva mirada a la figura de Vincent Van Gogh, a sus fantasmas interiores, a su infelicidad, a la locura de un genio, firmada por un cineasta, Julian Schnabel que, a su vez, también es un reconocido pintor. Lo que puede aportar Schnabel a la biografía cinematográfica sobre Van Gogh, al que directores como Minelli, Altman, Pialat o Kurosawa le han dedicado su atención, prometía poco, teniendo presente además ese maravilloso y reciente trabajo titulado Loving Vincent, de Kobiela y Welchman. Pero Schnabel no cae en la trampa, no aporta una visión general del artista, sino que ofrece un interesante fondo introspectivo, el pensamiento personal del artista en torno a su apesadumbrada existencia, a los pocos que lo quisieron de algún modo, como la fidelidad absoluta de su hermano Theo –recomendable leer Cartas a Theo para entender una relación tan próxima–, la tensa y emocional amistad con Gauguin, su médico o el cura del sanatorio psiquiátrico con quienes compartió sensaciones, sombras y obsesiones. Huellas profundas que entre campos sembrados y paisajes recorrió en profunda soledad. La indiferencia de gentes toscas que no sosegaron su angustia sino que la alimentaron, su aflicción por saber que pintaba para quienes todavía no habían nacido, porque él era, y lo sabía, un ser fuera del tiempo en el que le tocó vivir. Van Gogh, a las puertas de la eternidad mantiene una cuidada austeridad, es serena porque la hace honesta un actor magnético y admirable como Willem Dafoe, que imprime veracidad y emoción a la dolorosa vida de un hombre que encontró en la pintura lo que no halló nunca en el ser humano, que ahora admira y reconoce su fascinante obra.Dirección: Julian Schnabel.
Intérpretes: Willem Dafoe, Rupert Friend, Oscar Isaac, Mads Mikkelsen.
Cines: Funatic, JCA Alpicat.