CRÍTICADECINE
Recuerdos de la barbarie
Cine: Screenbox Funatic.
País: Francia. 2018.Animación.
Director: Denis Do.
Duración: 84 minutos.
Funan es una película de animación para adultos que regresa a los años del terror camboyano, a la supervivencia desesperada de una familia expulsada de su hábitat y trasladada a los campos de trabajo, y asistimos a la desintegración de la misma, al calvario y a ese acto de fe de recuperar a seres queridos separados forzosamente.
Hay mucha tristeza y sufrimiento en Funan, momentos que se intuyen terribles, privaciones y un cambio radical en las vidas de personas felices con la familia como núcleo existencial más preciado, y que el salvajismo privó de todo para abocarlos a un infierno en la tierra. El realizador Denis Do bien podía, porque era casi imposible evitarlo, entrar de lleno en escenas de masacre, de bestialidad, de abuso permanente directo y sin concesiones, pero apuesta por una elegancia en el trazo que se revela hermosa incluso dentro de la temática que toca, convirtiendo el espanto en un conductor de emociones que conmueven, siempre rechazando la barbarie a favor de lo intimista, de los sentimientos de los protagonistas que en cada momento desvelan toda la carga narrativa. Funan es un trabajo admirable, nítido, perfeccionista, que enfoca la tragedia de un modo demoledor sin necesidad de herir directamente sino como testigo que intuye tan dramática situación. Hay emoción y contención, búsqueda de humanidad en pequeños detalles dentro de tanta inhumanidad. Como los grandes que han sabido contar la ferocidad y la vileza humana sin querer mostrarla directamente sino afrontándola desde una evidencia sin la imperiosa necesidad de exhibirla, Denis Do logra llegar a lo más profundo, dejando más de una reflexión sobre nuestra simple y torpe condición por no habernos aprendido nunca la lección.