CRÍTICADECINE
Huellas en el arte
LA SOMBRA DEL PASADO
El realizador alemán Florian Henckel von Donnersmarck ha llevado a cabo una película que no tiene nada que envidiar a la extensión de su apellido puesto que La sombra del pasado tiene más de tres horas de metraje para mostrar a modo de gran melodrama tres épocas que marcan la historia reciente de Alemania. De este modo, asistimos a esa Alemania nazi que genera monstruos y enturbia la mirada de un niño con talento para la pintura al que le rompen los sueños y la familia; la de la Alemania Oriental, que bajo el signo del proletariado subyuga toda idea de libertad, y la Alemania que acoge al protagonista, abriendo una posibilidad de creación, de generar ideas entre las nuevas tendencias artísticas. Pero el cineasta que sorprendió a todos en 2006 con La vida de los otros no cuenta solo una biografía en sí misma sobre el artista Gerhard Richter, sino que enlaza recuerdos, añade un personaje turbio que acompaña todo el metraje, promueve una historia de amor que sobrepasa cualquier obstáculo, cualquier contrariedad e integrada a una familia con secretos que guardar, y alimenta las claves del autor y su obra, el recorrido de su arte y la venganza que también queda marcada en las huellas de ese mismo arte pictórico a través de fotografías del pasado. Hay momentos en que se dilucida sobre el arte en sí mismo y teorías varias, momentos de amor por encima de la tragedia, momentos de casualidades sobre las heridas morales y un repaso a etapas de un país. Florian Henckel ha dirigido una película ambiciosa, magníficamente ambientada, con sus luces y sus sombras, aunque tal vez sobrepasado por tantas cosas que se quieren decir o por la insistente forma en que se dicen.Dirección: Florian Henckel von Donnersmarck.
Intérpretes: Sebastian Koch, Tom Schilling, Paula Beer.
Cine: Screenbox Funatic.
★★★☆☆