CRÍTICADECINE
En este mundo
LA CAÍDA DEL IMPERIO...
El veterano realizador canadiense Denys Arcand dispara con bala y no deja títere con cabeza en este mundo de sucios manejos económicos, donde la cultura del dinero permite un juego camuflado de legalidad que, sin embargo, es directamente un mercado de ladrones. Arcand, con la sagacidad que precede a sus anteriores películas como El declive del imperio americano o Las invasiones bárbaras, que junto con esta forman una trilogía cargada de crítica social, promueve un relato con tintes de comedia policial, una ácida reflexión, utilizando a un personaje atípico, un licenciado en filosofía que trabaja como repartidor, un hombre comprometido con las buenas acciones, y que se ve envuelto en un violento atraco quedándose con el botín. A partir de ahí, todo es un juego del ratón y el gato con la policía, con los hampones propietarios del dinero, formándose casi por casualidad una especie de banda que intentará utilizar la red financiera global, que tiene nombres y apellidos de grandes corporaciones y paraísos fiscales, para aprovechar las reglas de este sucio manejo económico. La caída del imperio americano es mordaz, coloca seres en las antípodas unos de otros y los une por una causa, y además, tiene un ritmo que no decae, donde la filosofía demuestra que la inteligencia hoy en día pierde importancia ante la mediocridad, algo magníficamente expresado en el principio de la cinta con una conversación de café que es toda una declaración sobre el estado de las cosas. Ciertamente, el film mantiene un tono idealista, premia y castiga según su amoral implicación en el asunto o en el modo de aprovechar sus intereses dentro de este laberinto especulador que nos envuelve.Dirección: Denys Arcand.
Intérpretes:
Alexandre Landry, Rémy Girard, Maripier Morin:
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Cine: Screenbox Funatic.
★★★★☆