Los alegres compañeros

No se trata de realizar un sesudo tratado sobre animación, ni de comparar con Pixar o Ghibli que juegan en otra liga y proporcionan lecturas en sus películas que sirven tanto al público infantil como al adulto. Mascotas 2 no es una película hecha para perdurar, sino para entretener y eso lo logra gracias una constante visión optimista por parte de bichos que no esconden sus traumas, sus locuras, sus sentimientos, su sentido de la camaradería y su valentía casi suicida.

Este es un trabajo cargado de colorido, es jovial, tiene un desarrollo técnico nada desdeñable y acertadamente deja a los humanos en un segundo plano para centrarse en las historias que protagonizan Max y su compañero de hogar Duke. El primero, preocupado del niño que han traído al mundo sus amos, pondrá a prueba sus miedos en un viaje a una granja familiar.

Y sobre ese protagonismo que adquieren perros, gatos y demás fauna doméstica, se acierta con ofrecer a la refinada perrita Gidget grandes momentos, aportando nervio a la acción, como también hace Daisy y ese divertido conejo con alma de superhéroe empeñados en fastidiar a un malvado maltratador de animales y a sus fieros lobos. Y claro, no nos olvidemos de esa rolliza gata Chloe, que pone ese contrapunto de relajado sarcasmo a tantas buenas intenciones que se entremezclan en historias que van por separado para acabar convergiendo.Mascotas 2 cumple su cometido, así que no vayamos a ponernos académicos porque las cosas son más sencillas y al fin y al cabo aunque la disfrutemos los adultos de regalo, la película esencialmente no la hicieron para nosotros, y los críos créanme, se lo pasan en grande.