SEGRE
Deliciosa nostalgia

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DÍA DE LLUVIA EN NUEVA YORK

Dir.: Woody Allen.

Int.: Timothée Chalamet, Selena Gomez, Jude Law.

Cines: Funatic, JCA Alpicat.

★★★★
Van pasando los años y las películas de Woody Allen tienen ese halo de hombre sabio que busca la discreción, esa manera de hacer cine con sello de comedia que no exime cierta tristeza, cierta melancolía de un tiempo pasado que se antoja mejor.

Allen es pura memoria, memoria de Nueva York, enamorado de sus barrios, parques y calles, de los cafés antiguos, de la era del jazz, de las cosas pequeñas que hicieron grande esa ciudad y que plasma en muchas de sus películas como aquel que mira con nostalgia viejas fotografías amarillentas por el paso del tiempo.

Woody Allen siempre ha sido sincero con lo que ha querido mostrar, con esa tipografía idéntica de los créditos en todos sus trabajos, en esas canciones recuperadas que forman su leyenda musical de épocas doradas.

Por eso no extraña que hasta el personaje central de Día de lluvia en Nueva York, Gatsby –otra concesión a pasado lustroso–, mencione a Irving Berlin o que ya desde un principio suene I got Lady in the Rain, de Harold Adamson, o que el propio Timothée Chalamet se marque una pieza cantando Everything Happens to me, sin duda una declaración de principios de un cineasta que no cambia, que es fiel a un estilo y que así será hasta el final de sus días, aunque diga que le importará un pito que después de muerto lancen sus películas al mar, sarcasmo judío de alguien que sabe que su filmografía ya está en la memoria de todos, que es un elemento básico para entender un cine inteligente e inimitable, en el que cada frase, cada ironía, cada reflexión sobre la vida, la muerte, el sexo o la importancia de las cosas suenan divertidas o profundas en la boca de sus personajes.

Y Día de lluvia en Nueva York no es una excepción. Es una historia mínima que se hace importante por los caminos que va tomando esa pareja joven decidida a pasar un par de días en la gran manzana, donde él le enseñará esos lugares que evocan el recuerdo, mientras que ella tendrá la oportunidad de entrevistar a un director de cine. Gatsby es un desertor de su propia condición de chico de clase alta, se rebela y es jugador de póker con suerte, le aburre su familia sin saber los secretos que esconde y, esperando a que su chica acabe su trabajo, se cruzará con otra que viene de su propio pasado, mientras que la joven iluminada con las estrellas de cine entrará de lleno en ese mundo de egos y mentiras. Pero eso sí, sin que se pierda esa inocencia que Allen no quiere destruir, porque al fin y al cabo es un romántico y le gustan los finales felices, como los de antes.

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