CRÍTICADECINE
Romper las reglas
Dirección: Levan Akin.
Intérpretes: Levan Gelbakhiani, Bachi Valishvili, Ana Javakishvili.
Cine: Screenbox Funatic.
La película se centra en Merab, un joven bailarín de danza tradicional georgiana, esa que según sus profesores es la sangre del país, algo que define carácter de masculinidad pétrea. Los ensayos feroces contrastan con la voluntad del joven que se prepara tenazmente para las audiciones que han de seleccionar a un bailarín y convertirlo en profesional, dentro de un mundo que impone hombría, en el que se ve atrapado en su deseo, en su atracción física, en sentimientos que no puede ocultar dentro de un sistema opresivo donde todo es virilidad.
Levan Akin ofrece una mirada hacía los movimientos del baile en cada detalle, en los gestos y miradas, en la voluntad de darlo todo en cada postura, y también nos conduce al ambiente familiar en Tiflis, a las penurias de una familia que lucha por sostenerse; a la relación con un hermano diametralmente opuesto que, sin embargo, marca en su tramo final una de las relaciones más bellas. Dentro de este esquema narrativo, se subraya una crítica social sobre la libertad de la persona, algo que en un potente y sensitivo baile de consumación final recuerda rebeldía de bailarines míticos como aquel Nijinski en su explosión de libertad, en la no aceptación de normas, en exhibir la propia identidad por encima de tabúes e imposiciones.