CRIMEN A CONTRARRELOJDirección: Jacob Estes.
Intérpretes: David Oyelowo, Storm Reid, Mykelti Williamson.
Cine: JCA Alpicat.
★★☆☆☆
Cuando un
thriller policial mal contado, en el que no se atan los cabos sueltos, en el que existe una posible red de corrupción policial en la que no se profundiza, echa mano de lo fantástico para introducirse de lleno en eso que se llama espacio-tiempo y de ese modo construir y deconstruir una historia repetidamente, lo que acaba predominando es simplemente el caos narrativo. La historia de
Crimen a contrarreloj es simple: una familia asesinada y un familiar que es policía que recibirá llamadas a su móvil de su sobrina supuestamente muerta y, de este modo, ir descubriendo lo que sucedió o, bien mirado, lo que se puede evitar aprovechando la inclusión de poder manipular de algún modo esos lapsos temporales que avanzan o retroceden en el argumento según se desarrolla esta enrevesada película. El resultado es tan irregular, con tanta tendencia a confundir, que funciona espasmódicamente, con escenas con halo dramático que se reiteran, que insisten en esa firme convicción del personaje principal en deshacer lo sucedido, un episodio sangriento que acaba por reformularse para revertirse a través de una pieza básica, el
smartphone.
Crimen a contrarreloj tiene cierta traza en algunos momentos en el intento del actor David Oyelowo en sacarle partido a su rol siempre sufrido, desesperado, y no está mal en su puesta en escena, pero todo es tan descabellado, tan inconexo, que no se puede mirar de otro modo que el de un simple divertimento. Hasta el tramo final exaspera en momentos de acción con aire enajenado, intentando desenredar una maraña tan desordenada que ni tan siquiera se debería pretender ir más allá de lo que se propone que, en definitiva, es poca cosa.