CRÍTICADECINE
Las esquinas del amor
Título:
original: Les apparences.
Año: 2020.
País: Francia.
Duración: 110 minutos.
Dirección: Marc Fitoussi.
Reparto: Karin Viard, Pascale Arbillot, Lucas Englander, Laetitia Dosch.
Cine: Screenbox Funatic.
La perfección no existe pero para que frente a los demás parezca que sí, hay personas que tienden a disimular ese hecho con constancia en su entorno social, pese a que por dentro los sentimientos se estén resquebrajando gravemente en cada mirada, en cada sospecha, en el día a día que va acrecentando los temores de una infidelidad mal disimulada tras una sonrisa.
Las apariencias se mueve dentro de un ambiente de clase alta, de pequeña comunidad francesa en Viena, donde Henri, el marido de Eve, es un afamado director de orquesta. Sus amigos tienen como conversación más interesante qué queso marida mejor con tal o cual vino, deseosos que suceda algo con aire de escándalo para salir del bucle.
El realizador Marc Fitoussi, en los primeros compases de la película, da la sensación que se moverá por aires de comedia ligera francesa, de esas que critican con elegante suavidad a la burguesía, que se ríe de ella con la boca pequeña, pero gracias a un ingenioso guion, cuyas notas musicales bien podía haberlas compuesto Bernard Herrmann, se decanta hacia el drama cuando el presentimiento y el recelo llevan a la protagonista a descubrir otra sombra que la eclipsa, que rompe la burbuja cotidiana. La venganza pagando con la misma moneda propicia la aparición de un joven con aspecto de poeta perturbado que ha de llevar el desarrollo de esta historia hacia la intriga, al relato perverso. Si todo era rutina, esta se rompe en mil pedazos.
Incluso el guion de Sylvie Dauvillier Karin, adaptando la novela de Alvtegen-Lundberg, se permite alguna vuelta de tuerca más, algún detalle más, que desestabiliza lo que en un principio era todo un elogio a la superficialidad, a esa vida construida en el aburrimiento que, en ocasiones, conviene para que los monstruos interiores sigan dormidos..