Aquí caben todos

La película es desinhibida y alegre. Carece de complejos y prejuicios y hace de su atrevida fórmula escrita por cuatro guionistas –incluido el director– una amalgama de formas de ver la actividad sexual en diversos personajes que no se plantean, salvo en algún caso aislado, el amor. El sexo como ejemplo de que en algo hemos evolucionado, de que todo es más simple, que los tabúes son cosa del pasado que destierra cansancios conyugales, curiosidades que pasan de ser mentales a convertirse en realidades y en probar nuevas fórmulas o, simplemente, en salir de abandonos y soledades. Aquella película de Manuel Gómez Pereira titulada ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo? curiosamente tiene en la de Paco Caballero su máximo exponente. Incluso el título del libro de cuentos de Raymond Carver De qué hablamos cuando hablamos de amor también sería oportuno para este trabajo coral donde todo el reparto le pone ganas –sin doble sentido- y por el cual desfilan nombres muy reconocibles en el panorama del cine español como Álvaro Cervantes, Carlos Cuevas, María León, Miki Esparbé, Ana Millán, Verónica Echegui, Adrià Collado y un largo etcétera, buena parte de ellos metidos en historias de swingers muy diversas en el Club Paradiso, de cena de matrimonios con planes para intentar nuevas sensaciones; de primos muy cercanos, mucho, o de amigas buscando un anillo de compromiso perdido en la juerga de la noche anterior. Un film que sigue la estela de aquella Kiki, el amor se hace de Paco León, con crónicas diferentes en torno al sexo y en tono de comedia. Aproximaciones y distanciamientos, vocación liberadora y aquí, con toques discursivos un tanto ingenuos pero perdonables. En definitiva, película para pasar un buen rato, y que conste que esto tampoco va con segundas.