La cola del dragón

CHINAS

★★★★✩

En ocasiones no nos damos cuenta, pero en esta ciudad existen personas perseverantes, emprendedoras, con ganas de vencer adversidades y ofrecer lo mejor que esté en sus manos. Miguel Ángel Carrillo es una de esas almas inquietas que desde su Screenbox Funatic propone encuentros con el cine. Hoy preestrena “Chinas”, una película que estará en cartelera el próximo 6 de octubre, y lo hace conectando en directo por streaming con Arantxa Echevarria para debatir sobre esta nueva incursión a la vida real, a la de la calle, a la del cada día, a una mirada social que siempre la acompaña desde aquel 2010 cuando realizó el documental Cuestión de pelotas sobre la situación de las futbolistas españolas, fíjense, trece años antes de que explotase todo en torno a las mujeres que reclaman sus derechos dentro de ese ámbito, que debería serlo en todos.Arantxa Echevarria logró enorme reconocimiento con Carmen y Lola, una historia de amor de dos muchachas gitanas en un entorno hostil, rompiendo tabúes y mostrando la realidad porque sabe mucho de los sentimientos y de cómo presentarlos con lenguaje cinematográfico. Ahora llega “Chinas” y lo social sigue trascendiendo.

Te llega y te acerca a micromundos encerrados en sí mismos, a la comunidad china del barrio de Usera, que bien podría ser cualquier barrio. La directora se mueve principalmente por los sentimientos de tres personajes. Dos niñas, Xiang, adoptada por una familia acomodada pero aislada dentro de sus propias dudas y carencia de vínculos biológicos; y Claudia, que se mueve entre dos mundos, el de la mirada occidental y el de su tradicional familia, apegada a sus costumbres y sus raíces, que regentan un bazar sufriendo en algunas ocasiones el abuso, dolorosamente, silenciosamente. Gente que lucha y sufre por sus hijas, por lograr lo mejor posible para ellas a base de sacrificio pero sin olvidar su pertenencia a otra cultura y a otros hábitos.El tercer personaje es la hermana adolescente de Claudia, totalmente atrapada en la rigidez y protección de su núcleo familiar, chocando constantemente con ellos porque lo que ella desea es vivir libremente tal y como lo hacen sus amigas pese a que advertimos que fuera, a veces, habitan monstruos.

Vivimos en una sociedad que tanto si se acepta como si no, es diversa, multirracial, y ciertas actitudes llevan a crear dudas de pertenencia, de identidad. Por ello, es importante la mirada de Echevarria hacia seres como nosotros, que forman una generación educada en colegios públicos que ayudan enormemente a salvar obstáculos, ese racismo espontáneo que se lleva con normalidad, y que nos acerca más a la ignorancia que a cualquier otra cosa.De todos modos, la realizadora nos invita a reflexionar, a entrar con la mayor naturalidad en la sociedad real porque de lo contrario, quien no lo haga, se quedará fuera, aislado con una idea equivocada de la vida