Los superhéroes tóxicos

FUMAR PROVOCA TOS

★★★✩✩

Si existiese un género o subgénero más allá de la serie denominada Z -porque ya no hay más letras para poner en la cola del abecedario-, Fumar provoca tos seguramente estaría integrada dentro de él, y no porque sea una película despreciable sino porque su director, Quentin Dupieux, con toda intención, la convierte en lo más cutre, donde todo es disparatado, absurdo, surrealista y eso transforma a la película en una comedia en la que todo es posible y no puedes hacer otra cosa que reírte de un argumento incoherente que, sin embargo, se llevó el premio al mejor guion en el pasado festival de Sitges. Tal vez sea porque aprovechando el todo vale, hay crítica mordaz a temas muy serios, se aprovechan los diálogos para reírnos de nosotros mismos, que en la realidad somos los comparsas de que nada funcione y que parezca algo natural y cotidiano que así sea. Fumar provoca tos se centra en un grupo de superhéroes denominado Tabac Force que lucha tanto contra tortugas o contra cucarachas gigantes, mutantes que parecen salidos de una película japonesa de la década de los 50 utilizando cada miembro del equipo un poder, que no es otra cosa que los elementos nocivos del tabaco. Todos ellos reciben órdenes de una rata nauseabunda y desagradable que continuamente saliva un líquido verde y que, a pesar de todo, es todo un conquistador. Para crear más cohesión en el grupo, que anda bastante disperso, los manda a unas jornadas de recogimiento en el campo, donde entre el tedio y la espera de un robot que les ayude a salvar al mundo del villano de turno, van contándose historias truculentas, cada una de ellas más gore y disparatada.Con un reparto de primerísima fila, con actores y actrices muy renombrados que no han hecho ascos a protagonizar este jocoso disparate, adivinamos que no hay que mirar Fumar provoca tos desde la normalidad ya que se trata de un divertimento, en el que hasta el torpe robot no deja de pronunciar eso de “cambio de época en curso” incansablemente, y donde la sátira campa a su aire. Dupieux se ha convertido en un director de culto para nuevas generaciones, hace broma de todo, se ríe de todo, es extravagante y diferente, y ahora con ese calco de Power Rangers de lo estrafalario provoca lo que persigue, que la gente pase un rato distraído sin que se pare a pensar demasiado que lo que tiene ante sus ojos rompe moldes y es lo más hilarante desde hace bastante tiempo.