Gastronomía emocional

A fuego lento

Título original: La passion de Dodin Bouffant

Año: 2023

Duración: 135 min.

País: Francia

Dirección: Tran Anh Hung

Intérpretes: Juliette Binoche, Benoît Magimel, Bonnie Chagneau-Ravoire, Sarah Adler, Galatéa Bellugi, Patrick d’Assumçao.

Cine: Screenbox Lleida

★★★★✩

Películas en torno a la gastronomía, al arte del buen comer o al despropósito del mal comer se han hecho muchas, muchísimas, casi podríamos decir que forman parte de un subgénero con entidad propia. Y dentro de ellas se esconden mensajes de lo más variado, como el amor secreto en la corte versallesca del siglo XVII de Vatel de Roland Joffé, al realismo mágico de Como agua para chocolate del mexicano Alfonso Arau, la extraña estética criminal de Peter Greenaway y El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante, el exceso de La grande bouffe de Marco Ferreri, la animación más brillante de Ratatouille de Brad Bird o la elegancia de la maravillosa El festín de Babette de Gabriel Axe, y así hasta un interminable muestrario de cinematografía culinaria. 

Ahora entre fogones nos llega A fuego lento, una película sencilla, sin exceso en su puesta en escena, pero exponencialmente refinada que mira y mima el detalle de esa cocina donde se elaboran platos mágicos, complejos, rebosantes de sabor y pericia. Pero también es una historia de amor no solo al mundo de la restauración sino también hacia una mujer que merece toda la atención de un hombre enamorado que ha hecho de su vida entera una dedicación al placer de crear aromas y sensaciones con recetas increíbles, y que ha dejado una buena parte de su corazón en manos de su amada y fiel colaboradora, que también tiene el don de ser especial a la hora de elaborar exquisiteces. 

Cocinar la perfección en un plato, en un banquete que ya desde el inicio del film nos deja maravillados con refinados, exquisitos y elaboradísimos manjares regados por los mejores vinos franceses. Todo es una reivindicación del arte culinario al más alto nivel. 

Esos fogones de finales del siglo XIX, esa maestría de uno de los chefs más reconocidos y un amor sin reservas hacia su fiel colaboradora, mujer, amante delicada, marcan el pulso de esta película del vietnamita Tran Anh Hung con puro acento francés en la que los placeres se entremezclan con la tristeza aliviada por el calor de la cocina, porque todo pasa por el estómago y por el proceso creativo de platos que incluso creemos olerlos, saborearlos, aunque sea tan solo, en el caso del espectador, con la mirada.